Tubo de ensayo

15/junio/2018

 

René Delios

 

No son pocos los que señalan que en lo general las campañas en Chiapas, no se destacan por su carácter crítico y de contenidos.

Ya le pueden ir apuntando al cómo van las distritales federales y locales y el climax de la pobre calidad han de ser las municipales, y se sigue recurriendo a lo tradicional de los baños de pueblo y concentraciones por sectores.

No es fácil que el PRI logre conjuntar su cobertura electoral, su ingeniería política de antaño, luego de que fue vencida en dos ocasiones por presentar malos candidatos; no es gobierno desde hace 18 años, y aparte ha sido desplazado evidentemente por el Verde Ecologista desde el punto de vista político ante la pasividad de su antiguo dirigente y hoy candidato a gobernador, Roberto Albores Gleason, que en ese sentido hizo su propio coso.

Rutilio Escandón enfrenta -ese es el término- a unas tribus internas que le reclaman el cómo los fue eliminando de las propuestas, cuando debe ser a Andrés Manuel. Ya es conocido el cómo desde “la izquierda” se dan con todo de manera interna y hasta es cosa popular eso de “porque podemos estar en paz si nos podemos mentar la madre” democráticamente.

La situación fue tal que el propio AMLO hubo de venir a pedir que voten por Rutilio y éste como Miguel Ángel Barbosa, el candidato de Morena por Puebla, son los que han merecido un spots dedicado a pedir a que voten por ellos, pues allá como acá, eso de “AMLO sí; fulano no” o sea Rutilio o Miguel, según el caso.

Nos aparece de pronto Fernando Castellanos Cal y Mayor.

Es el más atacado de los aspirantes a gobernador del estado, so pretexto de que no pudo con Tuxtla y menos con Chiapas; defraudados van a quedar. Tuxtla es un asunto de presupuesto ante la acumulación de la corrupción de la que ha sido víctima, desde lo increíble que es que un ayuntamiento tenga tres o cuatro sindicatos, hasta el estar saturado de laudos por despidos que no puede pagar, menos contar con el varo para todo lo que demanda si no te lo da el gobernador del estado, pues Tuxtla es parasitaria de los presupuestos pues no genera riqueza.

Así que como en el caso del gobierno chiapaneco limosneándole a la federación, igual el municipal de Tuxtla al gobierno estatal.

la cosa es que, Castellanos se les monta hasta los punteros cuando empezó tarde, y despliega toda una estrategia de cobertura que da cuenta de la capacidad del PVEM para dar la batalla en el único bastión de gobierno estatal que tiene en el país, y que desde luego no van a dejar perder.

Al menos no tan fácil, aún los buenos augurios para Rutilio Escandón y al mismo Roberto Albores, que eran en el inicio los supuestos entre los que se definiría la gubernatura.

Hay un punto: hay los que le apuestan mucho a las redes sociales en una entidad en la que el 70 por ciento de la población votante no usa sus redes para informarse y menos para dar un seguimiento a la cuestión política electoral.

No lo hacen ni en la cuestión de gobierno, y en una encuesta rápida hay los que ni siquiera saben quiénes son los candidatos al menos a diputados locales en su distrito.

La cosa se concentra –si es que hay un momento de atención- en los candidatos a gobernador y presidente municipal.

Así las cosas del interés público en ésta elección que se divierte más en las redes leyendo memes y los dimes y diretes entre los seguidores de los “buenos”, no tan buenos, que al menos no han caído en los descalificativos directos como sucede en las presidenciales.