Tubo de ensayo

28/agosto/2019

 

René Delios

 

La verdad un buen de diputados y senadores federales son anodinos, no solo los llamados plurinominales, y los hay incluso retrogradas que hacen propuestas desfasadas como la petista sobre regular medios de comunicación -¿sobre la Constitución?- para impedir el paso de la derecha como si, la izquierda o lo que se hace pasar por ella, sea la mejor opción; es un partido que sin duda, no aguantaría una elección con candidatos propios y perdería el registro: es parasitario, depredador, un negocio de su cúpula cínica y anquilosada, entidad por entidad, hasta su dirigencia nacional.

Y si bien el tema de los legisladores plurinominales es una tarea pendiente también los es el abstencionismo altísimo en México, que denota o la poca confianza de los mexicanos en los procesos electorales, o el descrédito en que han caído los partidos y sus miembros “distinguidos” a la hora de ser seleccionados o incluso designados como candidatos.

Los hay que desde hace décadas están en las tribunas sin que se hayan destacado en ese ámbito y solo han medrado del tráfico de influencias.

Ya tiene tiempo que ambas cosas se ventilan en la opinión pública, en especial por los analistas en la materia, pero es hasta ahora en que se aborda, por el PRI que las creó, el tema de reducción de plurinominales, pero solo cien en San Lázaro, sin que se mencione el senado.

En los partidos se forman las conocidas “burbujas” en la que solo los “preferidos” forman parte de la misma, y que son los que llegan a figurar en los temas importantes o trascendentales, mientras que el resto es solo resonancia.

Hay que recordar que antes de 1988 eran solo cien los diputados federales plurinominales, y luego de ese año arribaron a la cámara cien más para hacer los doscientos que existen hoy; esas pluris era solo para la oposición, pues los priístas no tenían acceso a éstas, aunque por ley tenían que cubrir el requisito de postularlos.

Y es que repito que fue don Jesús Reyes Heroles el que las propuso desde su posición como secretario de Gobernación de José López Portillo, para que los ideólogos de la oposición llegarán a la cámara y enriquecieran un discurso unilateral, en un legislativo sumiso al presidencialismo priista.

Para 1988 llegaron gentes de izquierda a las cámaras, del llamado frente, como Francisco Valero, Efigenia Martínez, Rosario Ibarra de Piedra, Porfirio Muñoz Ledo y Laso de la Vega, estos dos últimos senadores, quienes fueron los primeros que interpelaron a un presidente de México en su primer informe de gobierno, en éste caso Miguel De la Madrid, y que ha éste escribidor de bodrios le tocó ver y oír.

Lo cierto es que desde esa fecha, las cosas cambiaron: las plurinominales se volvieron parcela de dirigentes y los recomendados, gente apadrinada sin ningún antecedente político, impulsados por gobiernos estatales y partidos políticos, rotándose las posiciones sea del senado a la cámara de diputados y visceversa.

Por eso para los partidos minoritarios las plurinominales se convirtieron en una panacea, ya que varios de ellos llegan a contar con una bancada sin ganar jamás un distrito de mayoría.

De ahí que la propuesta de reducción de plurinominales les caída como balde de agua fría –ahora de moda-, pues desde luego que los perjudicaría, en especial al PT, MC e incluso al PAN y al PRD o como termine llamándose.

Con solo ver los listados de plurinominales hoy, queda claro el porqué del airado rechazo.

¿Quiénes son realmente los representantes federales ante las cámaras por Chiapas?

No han sido pocos los exhibidos, e igual los que, supuestamente conocidos, no tienen la más mínima resonancia; no alzan la voz por una entidad que demanda ya, desarrollo, no referencias, no programas sexenales como hasta ahora, sino proyectos que permitan coadyuvar en un desarrollo integral, que impulse lo social, no solo lo económico, pues el peludaje de esa mejoría económica solo consigue el empleo y los más sin derechos laborales.

Por eso junto al crecimiento económico debe ir de la mano el desarrollo social, pero el integrador, más si conlleva buena educación, y mejor si esta es posible hasta la superior, que es la que pondera ideas, profesionistas, ideólogos, intelectuales, artistas.

Por eso resultó por demás interesante la propuesta de la Cumbre de Rectores de México-Centroamérica 2019, cuya sede fue la Universidad Autónoma de Chiapas.

La información precisa que a esa cumbre asistieron 45 instituciones de educación superior del país, y diez de Centroamérica, en la que se estableció una agenda de colaboración articulada en los ejes de Desarrollo Económico, Bienestar Social, Sostenibilidad Ambiental y Gestión Integral del Ciclo Migratorio –o sea, no fue cultural- que esperemos sea analizada y se integre a la estrategia de los gobiernos para desarrollar el llamado “triángulo norte” de Centro América.

Ahí se habló o expuso un intercambio de ideas que se fundamentó con base en la visión de que mediante la educación superior se puede avanzar en favor de la equidad, igualdad, inclusión e interculturalidad, además de que se propuso desplegar esfuerzos en las áreas de la ciencia, tecnología e innovación, con un enfoque integral.

Esto es, observando la particularidad de cada país e incluso sus regiones para fincar así un desarrollo sustentable, no desarticulado.

A lo mejor por eso el gobernador Rutilio Escandón Cadenas precisó que su gobierno seguirá trabajando de manera responsable y solidaria para hacer frente a la pobreza que origina la migración y lograr el bien común, no sólo de Chiapas y de México, sino de las naciones centroamericanas, con las que se comparte la gran herencia milenaria del mundo maya.

En tanto el canciller mexicano, Marcelo Ebrard Casaubón destacó que el Gobierno Federal, impulsa el desarrollo y progreso del sur de México como una estrategia prioritaria, luego de décadas en que esta región se quedó en el rezago, en comparación con el centro y norte del país.

Se oye y lee, muy bien; falta verlo.