Las crónicas de un continuo despertar

23/abril/2019

 

Arít León Rodríguez

 

La violencia sigue reproduciéndose en el país como nunca.

 

En un par de días, tres niños han sido agredidos y dos muertos por violencia delincuencial en muertes perfectamente orquestadas.

 

No creo que sea coincidencia que este tipo de eventos nos revienten en la cara en estas fechas, y es preocupante que esa violencia este tan cerca y palpitante.

 

La realidad es que las victimas infantes son doblemente víctimas, su imposibilidad de huir, la falta de protección de las autoridades en un entorno violento y el estar frente a situaciones de extrema violencia.

 

Debido a esto, la sociedad misma se intoxica en sus resentimientos.

 

Justo ayer, un sujeto detenido por civiles en la colonia Xamaipak falleció después de que fue retenido y de que la misma gente de la colonia procediera a golpearlo.

 

Lamentablemente al llegar una patrulla de la policía municipal y trasladarlo, falleció.

 

Indiscutiblemente la violencia no es la solución, y aun cuando la fiscalía ha expuesto el trabajo realizado, la vertiente de insatisfacción generada por años de permisivismo y complacencias inverosímiles a quienes hacían de las suyas por todo el estado, ha cansado a la población.

 

La gente está al tocar. ¿Podría criticarse estas reacciones?

 

Sujetos que asaltan armados a adolescentes y mujeres gestantes, que apuñalan jóvenes a cualquier hora del día.

 

Inclusive el día de ayer, ante la Heroica Escuela Naval Militar en el puerto de Veracruz, Andrés Manuel López Obrador consideró que los 13 homicidios cometidos en Minatitlán, – donde falleció un menor- son una expresión del fruto podrido que se heredó de la aplicación de una política económica antipopular y entreguista.

 

El trabajo es titánico, pero, debe hacerse sin mediandad, solo así se podrá nivelar la confianza y se evitaran más episodios como el de ayer.

 

***

 

Hablando de episodios bizarros, ¿Cuándo habrá control hacia las posturas de los migrantes en nuestra frontera?

 

Rompen oficinas, agreden a empleados de inmigración, y ahora entran con la ciudadanía al apedrear autotransportes en Mapastepec.

 

¿No creen que el concepto de soberanía está muy al aire, por más que AMLO este permisivo?

 

¿Qué esperan que suceda?

 

Siempre he creído que la libertad de las personas es transitar, pero el respeto a lo requerido por cada nación también es necesario respetarse y avalarse.

 

¿Dónde quedamos nosotros en esto?