Editorial

22/abril/2020

 

Se dice que en México se perdió alrededor del 25 por ciento de los ingresos, a partir de la determinación de no construir el aeropuerto de Texcoco, en el altiplano mexicano, es algo completamente falso.

Una situación así, repercutiría en las mesas de dinero, motivaría fuga de capitales y eso no ha sucedido aun la situación económica existente, por las variantes provocadas por la caída internacional de los precios del petróleo.

No es cosa fácil caída una divisa, recuperar la credibilidad financiera del país de que se trate.

Es cosa de años.

Y eso si los sectores de la nación determinada, hacen trabajo coordinado, transparente y comprometido con las necesidades de la nación que son su hacienda pública y su población.

Para eso se tienen que encontrar puntos comunes para la discusión que conlleve a beneficios, no a la confrontación que se observa ahora, pues eligen la imposición de criterios económicos, aun a riesgo de la hacienda pública, ya bastante comprometida.

Hay sectores que no se han visto afectados por la situación a manera extrema, que claman por el cambio de modelo económico cuando no tiene ningún cambio, pues la nación no se puede sustraer de lo que internamente reniega en voz del presidente Andrés Manuel López Obrador, como lo es el neoliberalismo, pero no el practicado en México, sino el que impera en el mundo, y que sí observa beneficios para sus nacionales.

Son naciones que sí vieron reforzadas sus finanzas, y que por eso pudieron hacer unas concesiones menores como suspender por un par de meses el pago de servicios que acá llamamos públicos, pero que en otras naciones, principalmente europeas, controla el sector privado, como agua, electricidad, drenaje.

Viene el periodo de mayor manifestación del contagio, la llamada fase tres, que es a la vez el inicio de la recesión, por lo que el gobierno federal iniciará en mayo la etapa de créditos a la palabra a más de dos millones de micro empresas y medianas empresas, lo que no incluye los servicios, pues no hay tal capacidad gubernamental.