Editorial

16/abril/2020

 

El hecho lamentable de que se incrementen en México a cinco mil cinco mil 847 hasta anoche los casos confirmados de Covid-19 y a 449 las víctimas, es de preocupar.

Es decir que hubo antier 74 defunciones y ayer 43, informaron autoridades de la Secretaría de Salud.

Por lo que es inminente que se declare la Fase 3 de la pandemia.

La situación debe verse como lo que es: de emergencia nacional, y en eso la ciudadanía es clave.

En rueda de prensa, el titular de la Dirección General de Epidemiología, José Luis Alomía, detalló que además se tienen 11 mil 717 casos sospechosos, mil de un día para otro.

¿A que arriesgarse?

Baja California Sur, Ciudad de México y Quintana Roo tienen mayor incidencia de casos confirmados.

Y la gente sigue en la calle.

Se registran muertes respiratorias por otras causas, las normales, pero sin embargo, se sigue analizando si murieron por coronavirus. De igual forma, hay casi 200 personas hospitalizadas en estado crítico que esperan resultados para saber si es a causa de Covid-19.

No estamos en un juego salvo lo sigan creyendo los que no han sufrido una perdida como esta: quedan aislados, y si mueren de Covid 19, no hay manera de prolongar las pompas fúnebres más de cuatro horas.

Los contagiados mueren sin familiares que lo asistan y están sedados, intubados.

Solo los que han visto a familiares en esa circunstancia, saben lo que es eso.

Se mueren sin saber que se mueren.

Sin despedirse de nadie.

Fase tres.

Fase seria, exponencial: mortal.

Quédense en casa.

Aún Chiapas no sea de los núcleos más alarmantes, no hay que confiarse.