Editorial

8/octubre/2015

Servir a la patria, más allá de intereses particulares o de grupo, es una lección imperecedera de don Belisario Domínguez que se debe impulsar todos los días para construir un Chiapas y un México con mejores condiciones de desarrollo.

Su ejemplo cívico se erige hacia el deber y el compromiso con el quehacer público, que en este momento de la historia en que se discuten las grandes transformaciones que necesita el país, los chiapanecos y los mexicanos estamos convocados a redoblar esfuerzos por un desarrollo incluyente y con justicia social, que permita aprovechar el enorme potencial de la Nación.

Hablar de Belisario Domínguez, es hablar en tiempo presente, porque sus ideales siguen siendo el sustento del México moderno que tenemos y su pensamiento aún recorre todos los caminos de la Patria y está presente como una de las mayores victorias de la democracia nacional, don Belisario Domínguez fue un liberal, humanista y defensor de la libertad de expresión ejemplar.

A 102 años de su partida, el 7 de octubre representa un momento para convocar a los mexicanos a defender todos los días los valores que enaltecen nuestra democracia, entendiendo a la libertad como el derecho de expresar, decidir y pensar, que debemos ejercer sin cortapisas los ciudadanos.