Bitácora

3/septiembre/2015

Cipriano Hernanz

Efervescencia en el PRI

ERA, ¿dentro de la jugada?

Alcaldes sin cuentas claras

Dos grupos antagónicos buscan la dirigencia obvio con miras a la sucesión.

Por un lado está el alborista Hugo Pérez Anzueto y por el otro Juan Carlos Gómez Aranda, actual secretario General de Gobierno.

La pregunta es si ambos sumarían a la unidad del PRI, en momentos en que los priistas del estado piden recuperar espacios, tener presencia, volver a ser lo que fueron en la entidad: el partido dominante.

Muchos son los priistas que reclaman un liderazgo convergente ¿pero quién?

Los cuadros del priismo han estado en bajo perfil, pareciera que no han pretendido herir susceptibilidades y entablar divergencias.

Finalmente un priista es secretario General de Gobierno, cuando por dos años lo fue un militante del Verde Ecologista, Eduardo Ramírez Aguilar, quien se fue a la dirigencia estatal de su partido, y se esperaba que llegara a la diputación plurinominal, y la pregunta es cómo colocar al dirigente estatal ¿o lo dejarán fuera?

Desde luego que ERA no desea eso; quiere estar en la jugada; ser presidente de la Junta de Coordinación  Política, fue el segundo hombre importante del estado, como para que se quede sin nada.

La discusión está entre ellos, no sale nada del Verde; la situación de Fernando Castellanos por la alcaldía tuxtleca roba cámara en la opinión pública, y en caso de ERA queda relegado.

La capital del estado es la cereza del pastel, más que la presidencia del Congreso estatal, que ni siquiera forma parte del interés de los analistas.

Eso lo palpan en palacio de gobierno, sopesan las prioridades, y desde luego, el comiteco lo sabe: tendrá que tejer fino, para que a quien sacrifiquen, no genere divisionismo en un partido que está en formación en la entidad.

En otro tema, se sabe que hay varios alcaldes en picota.

San Cristóbal, Chamula, Oxchuc, se mencionan como los más evidentes.

En el Congreso del Estado y el Órgano de Fiscalización estatal, hay hermetismo.

No es nuevo que los alcaldes no comprueben lo que gastan, pero sorprende que hasta el final, se les exija rendir las cuestas claras.

Hoy en día ya existen sistemas electrónicos, fiscalización electrónica que se da al momento como para que argumenten que no cuentan con esos procesos. Tanto Hacienda del estado como la federal ponen a disposición de cualquier contribuyente para ponerse al corriente y se supone que las instituciones y municipios –principalmente- deben rendir sus cuentas claras, la llamada transparencia que estamos exigiendo todos los ciudadanos a los gobiernos.