Editorial

29/julio/2015

Un nuevo escándalo se cierne sobre la clase política, en especial sobre algunos gobernadores que mantuvieron relación con el llamado Chapo Guzmán de acuerdo a datos revelados por un periodista estadounidense y retomado por la Revista Proceso.

De esta manera desde César Duarte de Chihuahua y hasta Fernando Ortega Bernés de Campeche, incluyendo a gobernadores de Zacatecas, Aguascalientes, Colima entre otros 16 mantenían relación con el narcotraficante con el que se reunieron en Sinaloa, en total veinte mandatarios casi todos vigentes, salvo Angel Aguirre Rivero, quien mereció la recomendación del alto capo para que, protegiera a su primo, el llamado líder del cartel independiente de Acapulco, y autor de toda la zozobra y violencia callejera que se vive en ese puerto.

Fue Wayne Mansen, periodista del otro lado de la frontera, quien por medio de un informante que estuvo en esa reunión, obvio conocedor de la clase política presente, o al menos de la lista de asistentes, quien dio a conocer el asunto que, alteró a la política nacional y evidencia que, entre el poder y el crimen hay relación.

De todos los nombrados en esa reunión de 2011, del sureste mexicano solo se menciona ala gobernador campechano, destacando la ausencia de los de Chiapas y Tabasco de ese entonces, Andrés Granier y Juan Sabines.

Y es que en realidad contrario a lo que se cree que Chiapas es el corredor de la droga, introduciéndola por Quintana Roo y sacándola por Campeche, ni siquiera desde Yucatán, ni mirar como vía a entidades de pantanos y selvas como lo son las entidades vecinas y petroleras de Chiapas y Tabasco.

El asunto es que el descrédito en que caen al menos Gavino Cué y Rafael Moreno Valle, gobernantes que dejan el poder en 2016, y que son de la oposición hasta santurrona, como Alberto Covarrubias Villaseñor de Aguascalientes, que también deja el poder el año que entra.

Es evidente que esta reunión abre la posibilidad de que en las 16 candidaturas a disputarse el próximo año se tenga el potencial riesgo de que la presencia de El Chapo se manifieste en esas candidaturas, en algo que la ciudadanía ya no sabe ni que pensar ante tanta, pero tanta corrupción y deslealtad a México por parte de la clase política.