El superintendente de distribución de la zona Tuxtla Gutiérrez de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Mateo Campuzano Sánchez, aseveró que un total de 50 mil medidores digitales se han instalado en las viviendas de la capital chiapaneca. 
Campuzano Sánchez dijo la paraestatal tiene contemplado que otros 250 mil equipos se encuentren dentro de la ciudad, una vez que continúa el proceso para el cambio en referencia al medidor analógico.
El máximo representante de la CFE en Tuxtla Gutiérrez dijo que la población capitalina una vez que se le informa sobre las ventajas que tiene el nuevo aparato acepta el cambio por lo que se muestra una curva ascendente en cuanto a la renovación.
“Hay muy buena aceptación de los clientes cuando se los hemos explicado de los beneficios que tiene el medidor digital y esto la mayoría de nuestros clientes lo están viendo con buenos ojos, el problema es a veces la desinformación que tenemos ante los equipos”.
Sin embargo dijo que la institución respeta la decisión de los usuarios de la energía eléctrica, esto en referencia de algunos papeles, cartelones o micas donde se refrenda el derecho que tienen como clientes de la empresa a decidir el cambio o no del medidor.
“Son peticiones de los clientes, en distintas formas que nosotros somos respetuosos de las solicitudes pues no deja de ser una inconformidad del cliente que atendemos y buscamos orientar e informar de los beneficios”.
Mateo Campuzano aseveró que, a pesar de los comentarios negativos, el medidor digital tiene mayores beneficios que el analógico, sobre todo en el nivel de seguridad ante descargas eléctricas pues cuenta con reguladores que pueden evitar cortos circuitos.
“Están enfocados en la calidad del suministro de energía eléctrica, porque ante un mal servicio en la energía eléctrica que sea alta o baja, el medidor por la tecnología que trae interrumpe el servicio de la energía eléctrica”.
A diferencia del medidor analógico el cual sólo se encarga de registrar los usos de corriente eléctrica, este incluye el censo de la cantidad de corriente que llega a las casas por lo que se pueden evitar descargas que afectarían a los aparatos electrodomésticos o provocarían un incendio.
