En petit comité

18/abril/2015

plumaÓscar Mario Beteta

De empresarios políticos

Ya tienen el poder económico. Ahora van por el poder político. Lo hacen desde la plataforma de 9 de los 10 partidos con registro. Buscarán hacer el gobierno de empresarios que ofreció Vicente Fox en 2001. ¿Será sólo para empresarios, como quería el ex presidente?

Para alcanzar su objetivo, la cúpula empresarial ha soslayado todas las ideologías. No tiene carta aborrecida. Pero con Morena, por Andrés Manuel López Obrador, no ha tenido acercamiento. Se entiende. Su radicalismo, cerrazón e intransigencia, lo aíslan por completo.

La IP quiere tener una mayor participación política para dar un mayor dinamismo a la economía, una mejor direccionalidad al país. Abrir más empresas. Generar una mayor cantidad de empleos. Aportar más a México. Al bienestar de la gente. Eso dice en su discurso.

Por eso ha inscrito en la contienda electoral del 7 de junio a varios de sus integrantes como candidatos a diputados locales, federales y a otros cargos electivos.

Quienes lleguen al poder por las vías independiente, uninominal y plurinominal, llevarán la consigna de su origen. Velarán por su interés económico. Pero también por el de la comunidad. Eso dicen.

Aquí hay empresarios capaces de gobernar México. De hacerlo con tanto éxito como han proyectado sus negocios. Son visionarios. Audaces. Decididos. Falta ver si los más prominentes querrían tener las riendas del país en el futuro.

En la línea de encumbrarse en el poder político, por lo pronto, Francisco Funtanet, ex presidente de la Concamin, será candidato a diputado por el Partido Verde en el Estado de México. Jorge Dávila, ex presidente de Concanaco, aspira a una curul por el PRI. La lista es grande.

Con una mayor presencia en los órganos legislativos, los empresarios impulsarán leyes que los beneficien. Es legítimo. Lo ideal sería que también vieran por el país y la población.

De un tiempo a la fecha ha tenido una representación significativa en los Congresos federal y locales. Ha habido varios gobernadores de ese sector. Fernando Canales, del PAN, gobernó Nuevo León; y Sonora, Eduardo Bours, por el PRI. Manuel Clouthier presidió el CCE y fue candidato presidencial en 1988 por el PAN. Vicente Fox, ideólogo del capital y empresario, protagonizó la alternancia en 2000.

Después del contundente fracaso universal del socialismo, la humanidad sabe que el dinero es la solución de muchos problemas. Históricamente está probado que no hay nada que tenga su potencial para eso. Y es una verdad incontestable que partidos y políticos tradicionales están llenos de descrédito y repudio social.

Ante eso, los empresarios pueden ser una buena opción de gobierno. Pero necesitan probar que, efectivamente, en su actuación ven tanto por la sociedad como por ellos.

En enero, el CCE presentó un Código de Integridad y Ética como aportación contra la prevaricación. Su presidente, Gerardo Gutiérrez Candiani, manifestó: “Hacemos un reconocimiento de que nosotros hemos sido parte de la corrupción, pero queremos y estamos totalmente decididos a ser parte de la solución”.

Y si a eso suman la máxima de San Juan de que el dinero fácil y en exceso es el origen de todos los males y toman distancia de esa dura realidad de hoy, la gente les dará el respaldo que de tiempo atrás… a la mayoría de los políticos les niega.

SOTTO VOCE… Con júbilo y por unanimidad, los senadores aprobaron la propuesta ciudadana presentada por el licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración de EL UNIVERSAL, a fin de institucionalizar el primer viernes de marzo como el Día Nacional de la Oratoria. La iniciativa está ahora en la Cámara Baja y seguramente será votada la semana entrante. Gracias al impulso de un hombre visionario, la palabra se convertirá en reflexión, análisis, debate y propuesta sistemáticos, en un ambiente democrático y de libertad absoluta… Lo que pudiera convertirse en el fraude más grande de la historia en México, cometido por unos pocos perfectamente identificables e identificados, apunta a quedar impune. El ofensivo y repugnante atraco a la Línea 12 del Metro despide pus y fetidez por todos lados y los principales malhechores ni se inmutan. ¿Será cierto entonces que Marcelo Ebrard operó uno de los aparatos más sofisticados, modernos y costosos de seguridad y espionaje durante su administración para “protegerse” y que con la información que posee no sólo ha negociado su libertad, sino hasta el fuero de una diputación que Dante Delgado le habría ofrecido por un “jugoso arreglo”, como se dice?

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@mariobeteta