Arít León Rodríguez
Yo me pregunto, y con la mejor intención del mundo, aunque no lo parezca.
A raíz de la declaración del alcalde de Tuxtla, Samuel Toledo, en lo que respecta a las cámaras y botones de emergencia en algunos puntos de la ciudad, me quedé pensando en que, ciertamente, es necesaria la implementación de una red de cámaras en las calles, que graben los acontecimientos que, vaya, importan a la ciudadanía, y claro esto no es juego puesto que estamos hablando de delitos que nos afectan a todas y todos.
Pero, la realidad es que en una ciudad con tantas carencias como lo es Tuxtla, las cámaras si bien son necesarias, no serán del todo útiles si solo tendrán un tiempo determinado de funcionalidad, porque, cayendo la tarde, sin iluminación adecuada, existirán zonas que definitivamente no serán visibles.
Claro, el que se registre la entrada y salida de vehículos en la ciudad es un hecho que puede resultar beneficioso y honestamente, me parece bastante necesario cuando se investigue la comisión de un delito, pero las demás zonas de la ciudad urgen también de atención, especialmente en la reparación de las lámparas que ya están ahí, y lo único que necesitan es mantenimiento.
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La creación y armonización de la Ley de Protección de los derechos de las Niñas, Niños y adolescentes en Chiapas se realiza a razón de la necesidad de la instauración de un Sistema de Protección Integral que garantice la protección de los derechos humanos de quienes difícilmente pueden defenderse.
Es decir, hacer que quienes crean es posible vulnerarles a razón de mantenerles, cuidarles o darles ”empleo”, sientan el peso de la ley. Sin miramientos, para las niñas y niños del estado, el país y quienes transiten por nuestro territorio.
Este trabajo está siendo realizado por la comisiones unidas de Atención a la Mujer y la Niñez y la Comisión de Equidad de Género que preside la diputada Ana del Carmen Valdiviezo Hidalgo, así como Isabel Crowley representante del Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia, México, UNICEF.
Les diré que hay muchísimo trabajo que realizar, no solamente es puntualizar la legislación si no sensibilizar a la población a hacer visible el maltrato y explotación que es sufrido por miles de infantes. Y nuestro silencio.
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En el Distrito Federal se puede resgistrar desde ya a las niñas y niños con el apellido como se desee. Es decir, la primacía del apellido del varón (el padre) ha perdido potencia.
No creo que genere tanto problema como –para variar- están queriendo mencionar.
Es una cuestión de hábitos, y de efectos legales, puesto que realmente uno puede cambiarse los nombres y modificar los apellidos mediante un juicio y un procedimiento honestamente simple en el Registro Civil.
Jurídicamente la razón para evitar que el apellido materno sea el primer apellido, es inexistente, ó justificable.
Asi que, ya sabe.
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A veces pienso que soy muy negativa. Me gustaría ver el mundo como lo hace Emilio Gamboa Patrón. Bueno, al menos nuestro país.
Sin corrupción, sin chantajes, sin impunidad ni ilegalidad. Todo prístino, casi platónico.
Pues entonces va pa´tras papá.
Y bien lo dijo:
Cógito, ergo sum.
Descartes.
