Elaboran paredes rellenas con platos de unicel

30/marzo/2015

La elaboración de paneles para paredes, rellenos con platos de unicel desechados, es una alternativa con beneficios al medio ambiente y un bajo costo como material de construcción, afirmó la investigadora Noemí Méndez de los Santos.

Señaló que tan sólo en esta ciudad, de las plazas con áreas gourmet y de las cafeterías se generan unos 22 mil platos de unicel al año, que son desechados.

La catedrática del Instituto Tecnológico de Villahermosa (ITVh) expuso que por ello creó el proyecto Sistema Prefabricado de Paneles Amigables con el Ambiente (Sippa).

Explicó que el poliestireno expandido, mejor conocido como unicel, es uno de los residuos sólidos más agresivos para el ambiente, pues las investigaciones demuestran que no es biodegradable ni puede reciclarse, por lo cual tardaría en degradarse entre 500 y mil años.

“Lo más funcional sería convencer a la gente de no usar este recipiente para alimentos, pero ante la dificultad de ello se ha pensado en alternativas de uso”, comentó la especialista.

De ahí la idea de elaborar paredes con los platos, previo el armado de un panel con varilla de tres octavos cada 80 centímetros en sentido longitudinal para que se anclen los castillos y lograr la rigidez, además, que es un material térmico que impide penetre el calor al interior, así como acústico.

En toda construcción se tiene que garantizar la seguridad estructural, por lo cual se utiliza acero y el panel queda anclado a un castillo, que luego es colado con cemento.

Hay investigadores en otros países, refirió, que han intentado reciclar el unicel, pero en el caso de su proyecto es reutilizarlo, “no cambiarlo. Les aplicamos agua con bicarbonato, los amarramos (los platos) y los encapsulamos, por eso es más económico”, detalló.

El balcón de su casa, dijo, lo elaboró con este material, “podemos utilizarlo cuantos niveles querremos, porque solo cubre, no lo hacemos trabajar estructuralmente”.

Mencionó que otros envases de unicel, como los platos con tapa, se utilizan para viguetas o bovedillas, mientras los balastros para balcones se utilizan vasos desechables que por su forma geométrica son adecuados.

La ingeniera civil con Maestría en Ingeniería y Protección Ambiental por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), añadió que el proyecto de Sippa representó a México en Colombia el año pasado y también recibió un premio por parte de Cementos Mexicanos (Cemex) por innovación.