Las crónicas de un continuo despertar

27/febrero/2015

Las crónicas de un continuo despertar Arít León Rodríguez.Arít León Rodríguez

Dicen que no, pero ¿cómo sería posible de otra forma?

De alguna manera existe colusión, acuerdos, envíos, entre los candidateables y candidatos con las autoridades electoreras. Me refiero a que siendo algunos de los candidatos, abogados, entienden perfectamente lo que están haciendo, digo, aún hallan pasado dormidos por la universidad son cosas que se sobreentienden y se leen continuamente en los medios –sea el que más le guste, ahí la cosa no cambia de todos modos- y aún así, violentan reglamentos y hasta leyes a su sacro santísimo gusto.

En las ferias de empleo que esta “organizando” Manuel Sobrino, porque Secretaría del Trabajo y Gobierno del estado esta así, en letras chiquitas ¿alguna vez había usted visto el nombre de su titular más grande que el de la feria misma? Yo no recuerdo tal caso.

Claramente hay tiempos para todo. Pero definitivamente esa moda de brincar de un lugar a otro en lo que “se acomodan” en un cargo político, me estresa.

No se interesan por el área donde están laborando por estar midiendo hacia donde quieren ir y hacen todo mal hecho. Cada vez estamos peor.

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Reprochable es la muerte del profesor agredido por elementos policiacos en días pasados en una manifestación del Ceteg en Guerrero.

Los elementos de la policía federal, lo bajaron de la camioneta en donde él estaba sentado –no podía caminar- golpeándole al punto de que el profesor de 65 años, murió por perforación pulmonar y casi todas las costillas rotas.

Era el encargado del audio.

Anéxele que del mismo encontronazo, hay 12 desaparecidos y 4 maestras violadas in situ. Una de ellas está hospitalizada.

Una vez más, sabemos que esto no sucede sin autorización.

Luego se ofenden cuando hasta el papa dice que la mexicanización de países como Argentina no es deseable. Si su representante máximo (de los feligreses católicos en México) considera que el país que se dice más fiel y católico es realmente un nido de seres reprochables, ni como repelar y exponer cartas de extrañamiento. Para muestra un botón, ó las fotos del profesor Claudio Castillo Peña siendo golpeado y muerto por las y los guardianes de la seguridad del país.

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Las y los niños con cáncer están socialmente abandonados. Todas y todos les vemos con su rostro demacrado, sin cabello, agonizantes y decimos ¡¡pobrecillos!! Nos compadecemos tanto y hasta sacamos nuestras lágrimas cocodrileras y esperamos que “alguien” más done medula, dinero, tiempo, espacio. Pero no. No se hace con tanta facilidad.

Ojalá las campañas electoreras fueran más que dinero tirado a la basura, que se hiciera a modo de que el candidato que realice el proyecto de impacto social más impresionante y benéfico, se lleve los votos. Quien apoye más niños y niñas con cáncer, quien consiga más equipo médico de sus patrocinadores, quién provea de más medicinas a niñas y niños sidosos.

Mientras, nosotras, nosotros, la prole, los que ganamos a duras penas para vivir, sigamos aportando cantidades minúsculas, donando nuestros órganos, esperando que a otros se les encienda la luz de entendimiento y entiendan que existen cosas para las cuales, ni todo el dinero del mundo alcanza.