Tubo de ensayo

31/enero/2015

rene Tubo de ensayoRené Delios

Lamentablemente en una era en que la tecnología va de la mano de la seguridad y vigilancia, se suceden tragedias inexplicables que no tienen más origen que la negligencia y la irresponsabilidad.

El problema es que causan pérdidas humanas y mucho dolor en familias y zozobra en la sociedad, que es la que resiente la corrupción y la falta de inspección en instalaciones y unidades de servicio, en este caso de gas LP, como sucedió en Cuajimalpa, algo parecido al acontecimiento de Comitán hace unos meses, que por fortuna en esa ciudad chiapaneca no llegó a más que un susto.

De esta manera, incendios y explosiones que provocan la muerte de decenas de personas se está convirtiendo en parte de la vida cotidiana, sin que se ejerza un mayor control sobre quienes los provocan o se aplique un castigo severo a los mismos. Desde hace mucho tiempo se advirtió que las gaseras son un riesgo al estar cerca de las viviendas de cientos de habitantes y que los vehículos y el equipo que usan debían ser inspeccionados constantemente, para verificar si pasan el control de calidad.

Y eso en todo el país, como ahora va a pasar: tapar el pozo.

Decía que  se enlutan hogares y finalmente no pasa nada, hasta que otro percance ocasiona una reacción similar. Ahora fue en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, donde el saldo inicial da cuenta de varias personas muertas, cuando no debió suceder nunca.

Así, eventos como el de San Juan Ixhuatepec en noviembre de 1984 y después el estallamiento del drenaje en Guadalajara, por filtración de gasolina, en San Pedro Xalostoc, municipio de Ecatepec, con cerca de treinta muertos y el incendio en una guardería del IMSS, en Hermosillo, Sonora, en 2009, con saldo de cerca de 50 niños calcinados.

Y le sumamos el mercado del puerto de Veracruz y una cajetera en Celaya, Guanajuato, y nos acercamos al estado de México, en Neza, en donde en 2011 una serie de explosiones ensombrecieron la vida de mexicanos por la acumulación irregular de explosivos

Lo verdaderamente malo, recurrente es que todo deriva por falta de mantenimiento, inspección, clara negligencia e irresponsabilidad tanto institucional como empresarial, y al final de cuentas funcionarios y empresarios, se lavan las manos, se cubren unos a otros, para evitar la mano de la justicia.

Cientos de muertes se han sucedido en este país a causa de esas condiciones irregulares, sin que se les haga justicia a esos ciudadanos que perdieron la vida. Errores humanos, equipo obsoleto, por no trabajar como se debe, por no gastar en actualización, por corruptos.

Definitivamente deben ir a la cárcel, petición ésta que incluye también el hecho de que se haga una revisión técnica y profesional a todas las instalaciones de las gaseras -más a las que están dentro de las ciudades-, pues como en el caso tuxtleco tienen años dando el servicio sin que tengamos el mínimo conocimiento de su actualización, pues una cosa es que las pinten cada año, y otra que estén en buenas condiciones de mantenimiento.