Se necesitan regulaciones para el mercado internacional de arte porque es vulnerable al lavado de dinero, a la evasión fiscal, al comercio de información privilegiada y a la manipulación de precios, de acuerdo con uno de los economistas más respetados del mundo.
Nouriel Roubini, economista de la Escuela Stern de la Universidad de Nueva York, y él mismo un coleccionista de arte, dijo que el mercado tiene que regularse por sí mismo o ser sujeto a una regulación externa porque tiene debilidades que no se permiten en otros tipos de mercados financieros, como el de valores.
“Nos guste o no, el arte se utiliza para evitar pagar impuestos y para la evasión fiscal”, dijo Roubini. “Puede utilizarse para lavar dinero. Puedes comprar algo en medio millón de dólares, no mostrar el pasaporte y enviarlo fuera. Mucha gente lo utiliza para el lavado”.
Martin Roth, director del Museo Victoria y Alberto de Londres, dijo que el arte era distinto en el mundo de los museos. “Es una especie de camuflaje que se llama arte, pero es lavado de dinero. Al final, solo es un negocio y una moneda internacional que en realidad no se relaciona realmente con el mundo del arte”, dijo.
Roth agregó que los museos con problemas de dinero enfrentan más dificultades que nunca para seguir el ritmo del crecimiento del mercado de arte. El presupuesto anual para adquisiciones del Museo Victoria y Alberto es de cientos de miles de libras, mientras que las ventas multimillonarias en libras son cada vez más comunes en las casas de subastas.
Esta semana dos grandes casas de subastas anunciaron cifras de ventas récord. Christie’s registró ventas globales de 5 mil 100 millones de libras (7 mil 700 millones de dólares) en 2014, un crecimiento de 12 por ciento respecto al año anterior.
Sotheby’s dijo que no estaba listo para dar a conocer sus cifras de ventas anuales, pero solo en la casa de subastas, sin incluir las ventas privadas, ascendieron a 6 mil millones de dólares, un crecimiento de 16 por ciento frente al año anterior.
Los clientes de China compraron más de mil millones de dólares en arte en las salas de venta de todo el mundo.
El mayor crecimiento se dio en el arte moderno y el impresionista, que subió 26.7 por ciento, para llegar a mil 400 millones de dólares.
Roth dijo que no era posible competir con los grandes participantes del mercado de arte, pero que el papel de los museos es tener una visión de más largo plazo en el valor del arte.
Roubini, quien se ganó el sobrenombre de Dr Doom (Doctor Fatalidad) por predecir el colapso del mercado hipotecario subprime de EU que llevó a la crisis financiera, afirma que el mercado de arte tiene una serie de características que necesitan regularse. “Aunque el arte se ve como si solo se tratara de belleza, como negocio está llena de partes sombrías”, dijo.
“Debemos corregirlo o se minará con el paso del tiempo”.
