NÉMESIS

17/diciembre/2014

Hermes Chávez

Enoc, el tlaconete

Personajes ególatras y enfermos de poder abundan por todos lados, sin embargo, se tornan excesivamente peligrosos cuando tienen los recursos necesarios, obviamente no muy lícitos, para granjearse amistades o premios, como lo ha venido haciendo al que ahora, además de autoimponerse el ostentoso y nada creíble título de “líder moral” del partido Mover a Chiapas, también hace hasta lo imposible por ser conocido como el “hombre Tlatoani”. Ambas cosas se ponen en duda.

Este personaje, quien pareciera que la descripción del Ingenioso Hidalgo, don Quijote de la Mancha fuese acuñada para él, pero no por lo de caballero, sino por lo de la triste figura, asegura que él no compra reconocimientos porque no tiene necesidad y lo más ridículo, jura que trabaja. Lo interesante sería saber a qué hora lo hace, pues sólo se dedica a promover al partido más patito que Pascual que fue creado recientemente.

Tlatoani significa en náhuatl “el que habla” o “el orador”, aunque la idea generalizada sería que su significado es emperador, pero no lo es. No obstante, tampoco se refiere “al que es hablador”, que es muy diferente.

Enoc siempre se ha colgado de las representaciones que le ha tocado ocupar, como el caso de la Fundación Manuel Velasco Suárez. Quienes alguna solicitaron la ayuda del patético sujeto saben a ciencia cierta lo mentiroso y cínico que es. Quienes lo conocen más a fondo, sin ser del círculo con que se rodea para ponderar su imagen, también saben lo lambiscón que es.

Si recibiese un premio más acorde a su personalidad, sería nombrado el “hombre Tlaconete”. También de origen prehispánico, su definición es: “Molusco terrestre de forma alargada, similar a un caracol pero sin valva o de valva rudimentaria; está provisto de un pie carnoso mediante el cual se arrastra y segrega una abundante baba pegajosa al desplazarse”. Es decir, se arrastra, babea y es muy resbaloso.

Con Peña Nieto, libertad absoluta

Al Presidente Enrique Peña Nieto se le debe reconocer su inquebrantable respeto a la libertad de expresión. En lo que va la administración -coincidente con el gobernador de Chiapas- la libertad de prensa y expresión son una realidad.

En Chiapas, ningún periodista se encuentra en la cárcel por lo que escribe o dice. Con Manuel Velasco y Peña Nieto podemos afirmar que se viven tiempos de libertades.

Por ello nos llenó de beneplácito, a quienes colaboramos en éste medio, recibir el saludo del Presidente Peña, que por medio del director general de Información del Grupo Valanci, Jacobo Elnecavé Luttmann, nos hiciera llegar.

Éste clima de libertades nos motiva -como colaboradores de éste gran grupo- a seguir trabajando con mayor ahínco en el 2015.

Hoy tenemos presencia (con las estaciones de radio más escuchadas y con periódicos que han hecho de la objetividad su insignia) en Chiapas, Tabasco, Veracruz y la Ciudad de México. Y seguimos creciendo, todo ello bajo la visión y sentido social del Grupo Valanci.