BITÁCORA

20/noviembre/2014

 Pluma

El gobierno de Manuel Velasco Coello, además de caracterizarse por políticas públicas incluyentes, entre otras, también sabe afrontar aún los errores más grandes, de ahí que la disculpa pública por la muerte de una joven mujer indígena es garantía de que el Ejecutivo estatal asume su responsabilidad siempre con la mira de responder y dar soluciones a toda la población.

Sólo cabe esperar que hechos similares no se repita y los encargados de velar por la salud de los chiapanecos redoblen sus esfuerzos y saquen a la luz su verdadera vocación de servicio, humanismo y altruismo.

Ahora ya no hay posibilidades de más errores, pues este caso llegó ante las más altas instancias de Derechos Humanos y sentó un precedente para que otros asuntos similares recorran la misma ruta, lo que sería muy perjudicial para la presente administración estatal…

Tal pareciera que ahora los alcaldes chiapanecos están compitiendo para ver quién es el más corrupto, ladrón o saqueador de las arcas públicas, pues en una semana dos ediles son señalados con el dedo acusador de sus gobernados: Miguel Díaz Arcos, de Salto de Agua y Rodolfo Guzmán de Tecpatán junto con todo el cabildo.

Al primero lo acusan de gastar a manos llenas, cual jeque árabe, rodeándose de riquezas y lujos que nunca en su vida había tenido, y al segundo de vender ocho camionetas oficiales a 80 mil pesos cada una, lo que le redituaría 640 mil pesos en efectivos, que obviamente irán a parar a manos de esos atracadores metidos a alcaldes.

Ya son muchos los alcaldes que tan sólo en este 2014 han sido marcados y no precisamente por su honestidad. Lo que llama la atención aquí es que generalmente el pueblo calla y soporta estoicamente el saqueo, sin embargo para que se animen a protestar, incluso a exigir la destitución y auditoría de esos ediles es porque el vaso ya se está rebasando.

Tanto los legisladores como el Órgano Superior de Fiscalización hasta el momento se están haciendo los “pijijes”, cantando dulce y armoniosamente pero fingiendo no saber quién les está hablando.

Quizás estén esperando que las protestas se tornen más violentas, que ocurra algo que haga voltear nuevamente la mirada de la opinión pública nacional e internacional a Chiapas lo que no sería conveniente mucho menos por el clima de tensión que se está viviendo al momento. Hay que exhortarlos a que reaccionen o asumir las consecuencias…

Mientras tanto, un escándalo está surgiendo protagonizado por el ex titular del IEPC, Adrián Sánchez Cervantes. Ahora resulta que según trabajadores inconformes se habría embolsado sus aportaciones para el Infonavit pero que nunca se entregaron a ese instituto.

La cloaca se ha destapado, y eso que aún no tiene mucho tiempo que Sánchez fue relevado del IEPC, así que no sería una sorpresa que al rato se descubran más irregularidades de su paso por esa instancia…

Y en Tuxtla las autoridades deben poner más atención a la seguridad de sus habitantes, pues en Las Granjas un árbol se ha convertido en una amenaza contra propios y extraños ya que denuncian que está a punto de derrumbarse, y si por mala suerte se encuentra una o varias personas cerca el daño podría ser fatal.

Situación similar se repite en la Quinta Norte de la capital del estado, donde dos viviendas presentan todas las características de que en poco tiempo podrían colapsar y desplomarse. Imaginarse lo que podría pasar no es difícil. Aún es tiempo para que las dependencias municipales correspondientes tomen cartas en el asunto, luego podría resultar demasiado tarde.