Pregorexia, la “moda” de las embarazadas

1/octubre/2014

1La presencia de este trastorno, aumenta alarmantemente en la entidad chiapaneca

Jeny Pascacio

Tuxtla Gutiérrez

Aunque no se tienen cifras estimadas de pacientes con pregorexia, este trastorno aumenta su presencia en el estado, como en todo el país, dieron a conocer de manera extraoficial especialistas del Issste.

Es un trastorno psiquiátrico en el cual la mujer embarazada no está comiendo lo suficiente o, en el caso extremo, llega a tener regímenes de dieta y ejercicio excesivo, severo y extenuante para su cuerpo” para no aumentar de peso.

Para muchas mujeres resulta de lo más común aumentar varios kilos durante el embarazo, para otras esto representa una “amenaza” y hacen lo posible por no aumentar ni un gramo.

“No lo conciben como una etapa de cambios en todos los aspectos, especialmente físicos. Cuando una mujer embarazada se obsesiona con su aumento de peso, siente que se ve demasiado gorda y trata de evitar engordarse, puede haber desarrollado un desorden alimenticio conocido como pregorexia o anorexia del embarazo.”

Esta obsesión podría ser provocada por la publicidad mediática, ya que ha provocado la pérdida de la realidad: “Intentan copiar la vida de las celebridades: se embarazan, engordan y a la siguiente semana están súper delgadas, y las mujeres de la vida real quieren copiar esos estándares de ‘estética’, pero sólo se perjudican y de paso también al bebé que traen en el vientre”.

De manera usual, las mujeres que padecen pregorexia ya sufrían anorexia antes de quedar embarazadas. Sin embargo, pueden desarrollar anorexia por primera vez durante el embarazo aquellas mujeres que se angustian cuando aumentan de peso, aunque nunca hayan tenido trastornos alimenticios.

“El aumento de peso se debe conseguir en base a una dieta balanceada y saludable. La recomendación cambia si pesabas demasiado poco o tenías unos kilos de más al quedar embarazada.”

Las consecuencias de este desorden alimenticio pueden ser muy graves, inclusive mortales tanto para la madre como para el bebé. La madre puede padecer de: desnutrición, anemia, falta de calcio en los huesos, baja producción de leche materna, alteraciones hormonales, pérdida excesiva del cabello, piel seca, agrietada y deshidratada. Si el desorden se presenta durante el segundo y tercer trimestre de gestación, las consecuencias pueden ser: disminución del líquido amniótico, retraso del crecimiento intrauterino, parálisis cerebral, desnutrición, problemas cardiovasculares y digestivos; defectos del desarrollo de los huesos y muerte fetal intrauterina.

“No se trata de comer mucho o comer por dos, se trata de comer sanamente para nutrirnos y nutrir al bebé.”