Altares Zoques: Color y tradición chiapaneca

1/noviembre/2014

Altares ZoquesJeny Pascacio

Las ofrendas zoques son una tradición en varios zonas de Chiapas. En Tuxtla Gutiérrez la cultura popular se encuentra muy arraigada entre los seguidores de la Mayordomía Zoque, pues cada año celebran con diversas actividades religiosas la llegada de los santos difuntos.

El altar es colocado en casas o templos donde reciben somés, que son ofrendas otorgadas por un grupo de personas y vendidas en las parroquias para apoyo económico de la comunidad y de sus celebraciones religiosas.

Los altares son adornados con papel picado de colores alusivos a la fecha, manteles, sahumerio, velas, veladoras, fotografías de difuntos, colocan bebidas y comidas que le gustaba al difunto en vida, principalmente agua.

Según datos históricos un altar zoque se compone de acuerdo a la región a la que pertenezca, no es lo mismo un altar de Tuxtla al de uno en San Fernando, ni a uno de Tapilula, aunque éstos sean municipios zoques, pero esencialmente se componen de casi lo mismo, la diferencia es el sincretismo o valor de las cosas que componen el altar.

“El altar zoque lleva un cielo que es una tela que va desde el techo de la casa y baja por la pared donde está la mesa de tal manera que la tela cubra todo el altar, de preferencia debe de ser de color morada (que significa dolor y luto) o de color naranja (que significa el color de paso de la vida a la muerte para los zoques) o bien de color blanco”.

Se dice que en la parte superior del altar debe colocarse un Cristo, también la imagen de un santo al que los zoques llaman santo de espera, ya que es el que acompaña al alma en el regreso a este mundo, la imagen puede ser de cualquier santo, de preferencia una virgen, y posteriormente se coloca la imagen del difunto, y se acompaña de algún accesorio que en vida usó el fallecido, por ejemplo un rebozo o un sombrero.

Alrededor del altar se le pone la ofrenda mayor que es el somé (somé es una palabra zoque que significa ofrenda o regalo). Éste debe de estar cubierto de ramas de caoba, tempisque, zapote negro, cuy o de cualquier árbol de la región, además está acompañado de panes en forma de roscas o de muñecos que se llaman ponsoquis, y también de frutas de la región como plátanos, cocos, papayas, etc.

Las flores que se usan en un altar zoque son solamente las de cempasúchil (en zoque se llama muzá); la flor de lechita (en zoque se llama punupunú); la flor amarilla de cerro y la flor de seda.

Se coloca una veladora por cada muerto al que se le dedica el altar y se riega con juncia todo alrededor.

Los alimentos que los verdaderos altares zoques ofrecen a sus muertos son el sispola (cocido), puxase (chanfaina), ningufjuti (mole de puerco), sihuamonte (caldo de conejo); caldo de shuti (caracol de río); patashete con huevo; moni (hongo blanco); tamales de jacuané; de hoja de milpa; tamal de chipilín; pictes de elote; pozol blanco (popo hujcuy); pozol de cacao (caca hujcuy); nono (atole); fuerte (aguardiente); mistela y un vaso de aguardiente para los difuntos que llegan cansados y con sed del más allá; puxinú (sorgo reventado con miel); yumi (raíz parecida al camote); tsani- tsunu (dulce de guineo); calabaza en dulce; melcocha (de panela); caballito, jammani (jobo); yono (cupapé en dulce); nucuyati (chincuya) y coyol en dulce.

Pan de muerto (sin manteca y sin levadura); las cazuelejas; el marquesote y las rosquillas.