A Roberto Borge le toca lavar los baños en penal de Panamá: Pedro Canché

12/junio/2017

El exgobernador no esperaba ver al periodista y se sorprende tanto “que por poco se cae con las piedritas que había en esa parte de la cárcel”.

México.- Por ser nuevo en el penal El Renacer, al exgobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, le toca lavar los baños y barrer el área en donde se encuentra en Panamá.

El periodista Pedro Canche Herrera detalla como es la reclusión del exmandatario, tras haber sido detenido el pasado 5 de junio antes de abordar un vuelo con dirección a París, Francia.

En entrevista con Ciro Gómez Leyva, señala que Borge no ha cambiado ahora que se encuentra preso, pues todavía muestra la soberbia y arrogancia que cuando se desempeñaba como gobernador.

Canche, quien pasó nueve meses en la cárcel por la acusación de sabotaje interpuesta por el gobierno de Quintana Roo, logró visitar al exmandatario quintanarroense en la nación centroamericana y así lo recuerda:

“Cuando baja Roberto Borge, lo veo como un tipo como perdido, lo veo como un tipo deprimido, como un tipo que no se halla. Pero cuando reacciona conmigo, cuando llega y me ve le digo: ‘lo estoy buscando, vengo a platicar contigo, vengo a entrevistarte, no es nada personal’.

“Entonces, Roberto Borge se sorprende tanto, se sorprende mucho que por poco se cae con las piedritas que había en esa parte de la cárcel, tropieza y se pone colorado”, recuerda.

“Pero le sale la parte de la soberbia, esa soberbia que lo engulló en el poder, esas soberbia que lo comió, Roberto Borge no ha cambiado, llega y dice: ‘guardias desalojen a esta persona, desalojen al periodista’”.

Pudo ver a Borge por confusión

Canche pudo entrar al penal El Renacer por confusión del abogado del exmandatario de Quintana Roo.

Y es que luego de haber pactado una entrevista con el litigante Carlos Carrillo, éste le mandó un mensaje al WhatsApp del periodista que decía: “Saliendo de verlo. Que le lleves la comida suéter y pantalones jean ahora. Y mañana otras cosas. Ya está el permiso con la custodia de la entrada. Vamos saliendo”.

El periodista no dudó y se dirigió al penal construido en la falda de un cerro. Ya en el lugar, sonó el mensaje de WhatsApp. Era el abogado Carlos Carrillo, quien al darse cuenta que confundió su número telefónico mexicano con el de Fabian Vallado, otrora segundo hombre poderoso de Roberto Borge, le externó:

“Perdón. No eran estos mensajes contigo. Disculpa. Cualquier cosa déjalo en mi oficina y te reembolso el gasto”, es decir, recuerda el periodista, que “los mensajes no eran para mí. Eran para un amigo de Borge.”

Pero ya no había marcha atrás, sólo seguir adelante. El teniente en jefe de la prisión le externó: “Viniste y pensamos que eras el amigo del señor y resulta que vino el otro y descontrolaste a la guardia. Voy a pedir autorización para ver si te dejan pasar”.

Entonces, llama y le autorizan. “Puedes pasar pero no ingreses nada de alimentos. Ni billetera ni celular”, indicó el teniente.

El periodista cuestiona: ¿Que tal se porta Roberto Borge, el mexicano?

“Está en el lugar del general Manuel Antonio Noriega, en la enfermería (Noriega salió de esta cárcel el 17 de Enero de 2017 para un arresto domiciliario y murió apenas el 30 de Mayo reciente de un tumor maligno en el cerebro). Colabora bien. Está cumpliendo con barrer y lavar las celdas del baño y enfermería. Ya hizo amigos ahí y pidió que lo cuidaran”, le responden.

“¿Y es bueno con la escoba Roberto?”, pregunta Canché y le responden: “Lavar los baños le cuesta pero está aprendiendo. ¿Y usted de que le toca? Oiga lo vamos a poner a jugar futbol o basquetbol pues se la pasa encerrado y no quiere salir al patio”.

Cuando Borge cruza la pequeña cancha de fútbol, recuerda, mueve la cabeza por todos lados tratando de hallar un rostro conocido.

“El Ciervo”, quien lo llevó hasta el lugar de Borge se retira porque le ha llegado su hijo a visitarlo.

Entonces, Borge busca a su amigo y el periodista le externa: “Hola Roberto Borge, soy yo el que vino a visitarlo. Venga acá”.

“Trastabilló con la grava suelta. El tipo se pone pálido. Cambian sus facciones. Está sorprendido. No esperaba verme ahí. Aprieta las mandíbulas. El rostro sin afeitar se pone colorado. El gobernador que me puso en la cárcel por sus caprichos de dictador ahí estaba… derrotado”, recuerda.

Relata que aunque nunca lo había visto en persona, “ni antes ni después del encarcelamiento a la que fui sometido en su gobierno”. Nunca le había visto el rostro. Su cara me recordó a Buzz, el personaje del infinito y más allá de la caricatura infantil Toy Story”.

Y le exhorta: “Vamos a platicar. Esto no es nada personal. Es un trabajo periodístico. Dígame cómo está”, a lo que Borge le señala: “Yo esperaba a Fabián. No quiero platicar con nadie. Contigo no. Qué haces aquí”.

“Guardias, desalojen al periodista”. Nadie le hace caso

Canche sostiene que el exgobernador no es capaz de sostener la mirada y se muestra enojado, piensa que todavía tiene sus guardaespaldas cuando andaba en Quintana Roo “y andaba con mucha protección y tenía a todo el mundo comiendo a sus pies”.

Afirma que a Borge “aún le queda esa arrogancia. Todavía le queda esa soberbia que lo caracterizó en Quintana Roo cuando mandaba a golpear, cuando mandaba a golpear a sus opositores o encarcelarme como en mi caso que un trabajo periodístico no le gustó”.

Canché lo intentó convencer de platicar por unos minutos, pero Borge llamó a los guardias ¡que vigilan la interacción de los visitantes y los presos.

“Guardias desalojen al periodista por favor. Manden a desalojar a esta persona”, entonces, el guardia a quien se dirigió, un soldado panameño le dijo: “Si usted manda a desalojar a sus visitas entonces no permitiremos que lo visiten. ¿Cómo sabremos que visitas quiere y cuál no? Y sabe señor aquí la visita se le respeta. Está en su derecho de no aceptarlo. Pero aquí no desalojamos a nadie”.

No ha cambiado

“Esto Roberto Borge tiene a mostrar un tipo que no ha cambiado, la cárcel todavía tendrá que ser más cárcel para que él pueda reflexionar”, expone el periodista.

“Como es nuevo, acaba de ingresar, ingresó apenas el sábado por la mañana que yo fui, él había ingresado por la madrugada, ya le habían leído la cartilla que él va a lavar los baños, se estrenó lavando los baños, lavando la parte de los pasillos y está muy tímido.

“Desde que llegó se encerró, hizo sus cosas y se sienta en una esquina en su celda, no ha salido a convivir con los demás presos. Donde está Borge es una colchoneta gruesa, es un colchón, tiene su pantalla de plasma, tiene su baño privado, agua caliente, es una cárcel de lujo donde está. Es como un pequeño loft donde está Roberto Borge”, recordó.

De acuerdo con Pedro Canché, el gobierno de Panamá lo estaría investigando por posibles inversiones con Félix González Canto. “Esta parte de la investigación de lavado de dinero en Panamá”, apuntó.