Las crónicas de un continuo despertar

15/mayo/2018

 

Arít León Rodríguez

 

Vaya, la intención de las reformas son mejorar las perspectivas económicas futuras, ¿de quiénes? Inversiones internacionales que de por si están dándonos la espalda, resguardar y hacer más ricos a los que tienen a manos llenas acceso a nuestras arcas, con sus planes transexenales macroeconómicos  que olvidan que sin la base trabajadora y que es la que aporta los impuestos y los dineros que nos están arrancando de las manos, no podrá haber absolutamente nada.

Cierto es que la sombra de un ser tan polémico y temerario como Trump es de lo peor deseable para cualquier país latinoamericano.

Pero su mentalidad ruin y mezquina no está empresarialmente dispersa. El, -demente y omnipotente estandarte de la arrogancia y poderío económico caucásico- está adoptando una postura totalitarista, mi dinero se queda en mi país.

A diferencia de nosotros y nuestras ridículas costumbres de alabar la basura extranjera y franquiciable.

Siempre me ha causado una sorda risa y una profunda pena el observar las hileras de personas afuera de las nuevas franquicias de cualquier cosa como si fuera la panacea.

Se paga al triple lo que en las cocinas y tiendas locales se tiene con mejor calidad, y que beneficia directamente a las familias locales, a diferencia de las franquicias que les pagan lo mas apegado del salario mínimo, y sin prestaciones a quienes esclavizan por más de 9 horas so pretexto de brindar la luz del crecimiento a las familias chiapanecas.

El odio que hemos notado últimamente no es gratuito. Las conductas hacia las empresas que han sido asaltadas de manera tan repudiable no es súbita.

Durante años, hemos soportado los abusos de las empresas que llegan a las poblaciones a obtener nuestros dineros viéndonos con asco, como si fuera un favor el darnos un trabajo digno, las prestaciones obligatorias –y que nos niegan- de una ley que hoy solicitan a gritos, haciendo alianzas con quienes les permiten que todo esto suceda en un silencio atado con ligas.

No, no es gratis.

No es aplaudible tampoco, pero ¿Qué esperan de un pueblo olvidado y alimentado con sobras y la Rosa de Guadalupe? Ahora, la gente está en medio de las capas de ignorancia que les han impuesto y con las que han tratado de velar su entendimiento, comprendiendo la magnitud del cinismo.

Políticos que se sirven desmedidamente y ya a todas luces de un banquete cobrado con sudor ajeno, y que arde la piel. Se olvidan de quienes les hicieron llegar, las manos que trabajaron para que se mantuvieran y hasta a quienes convencieron con promesas y aquelarres.

 

***

 

Vaya, resulta que un grupo de personas, que se encontraba en la calle haciendo manifestaciones pueden agreder a periodistas al nivel de poner en riesgo su vida y la situación se considera una afrenta menor.

La violencia en Veracruz es obvia y manifiesta, al punto de que quienes han denunciado la inseguridad y las pandillas que proliferan en el sur de la entidad sufren agresiones mientras el gobierno les responsabiliza por ello.

Hace unos días, dos reporteros del portal de noticias Presencia pasaban por el sitio donde un grupo de personas tenían una convivencia en la calle, y fueron agredidos por una horda que considero que estaban in situ para tomarles fotografías y reportar los hechos al medio informativo, por lo que decidieron arremeter contra ellos, golpeándoles y dejando a uno con un navajazo en el cuello.

Los comentarios del gobernador Ángel Yunes fueron mas que inoportunos al desestimar este tipo de agresiones y reducirlas a pleitos vecinales.

La clara manifestación de que importancia se les brinda a la integridad de los periodistas.