Descubren nuevos riesgos para la capa de ozono

18/mayo/2018

 

Agencias

Un equipo de investigadores detectó un aumento inesperado en los niveles atmosféricos de CFC-11, un clorofluorocarbono prohibido en 1987 por el Protocolo de Montreal, lo que pone en riesgo la capa de ozono y podría agudizar el cambio climático.

Las evidencias con que cuentan los científicos muestran que las emisiones de CFC-11, altamente perjudiciales para la capa de ozono, estuvieron disminuyendo de manera constante desde 1987, pero esa reducción se desaceleró en 50 por ciento a partir de 2012.

El grupo de investigación estima que es probable que se trate de nuevas emisiones ilegales de CFC-11 que provendrían del este de Asia.

El CFC-11 también se conoce como triclorofluorometano y es uno de varios clorofluorocarbonos que se desarrollaron inicialmente como refrigerantes durante la década de 1930, pero que también se usaron como propulsores en aerosoles y en solventes.

Sin embargo, los científicos tardaron muchas décadas en descubrir que cuando los CFC se descomponen en la atmósfera, liberan átomos de cloro que pueden destruir rápidamente las moléculas de ozono.

El descubrimiento de que la destrucción del ozono provocaba un gran “agujero” sobre la Antártida llevó a la firma del Protocolo de Montreal en 1987, que prohibió la producción de CFC, incluido el 11, en varios países desarrollados a mediados de la década de 1990 y en el resto del mundo para 2010.

Todo se desarrollaba de manera exitosa, incluso los científicos hablaban de “una recuperación en curso” de la capa de ozono. Sin embargo, registros del año pasado indicaron que la producción de nuevos productos químicos que contienen cloro podría causar un retraso significativo