Indispensable su inclusión, convivencia e incorporación al desarrollo de la entidad
Las personas en condiciones de vulnerabilidad que habitan en Chiapas, requieren de un esfuerzo común para que puedan mejorar su calidad de vida, ya que por distintas características como edad, sexo, nivel educativo, origen étnico o situación física, es indispensable realizar acciones que permitan su inclusión, convivencia e incorporación al desarrollo de la entidad.
Para reducir la marginación y la pobreza es necesario propiciar el progreso de estos grupos y de sus comunidades, en busca de eliminar las desventajas en las que se encuentran.
De esta forma, se demanda un trabajo que genere la igualdad de derechos y oportunidades, respeto, tolerancia, justicia y solidaridad.
Por ello, en Chiapas se apoya a los sectores más vulnerables con entrega de desayunos para un millón de estudiantes de preescolar, primaria y secundaria de 15 mil 199 centros escolares públicos.
Asimismo, mediante la figura de la adopción y reintegración familiar, se garantiza el derecho de niñas, niños y adolescentes que se encuentran en albergues, integrándolos a un seno familiar.
Se trabaja en la incorporación de niñas y niños a la escuela y en el desarrollo de competencias digitales en los estudiantes de nivel secundaria, en pro del desarrollo de sus habilidades académicas.
Igualmente, las Clínicas de Trastornos del Espectro Autista, basadas en un modelo único, proporcionan sesiones terapéuticas y cuentan con suficientes espacios de servicio para incrementar el número de pacientes atendidos.
Estas clínicas están ubicadas en Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de Las Casas y Tapachula, con la finalidad de acercar y acrecentar los servicios médicos especializados a las familias chiapanecas que más lo necesitan.
Antes del 2014, en Chiapas era difícil realizar el diagnóstico y el tratamiento para niñas y niños con autismo, debido a que no existía una institución que ofreciera la atención focalizada. Hoy, padres y madres pueden acudir a cualquiera de estas clínicas, en donde a cada pequeño se le otorga un programa de trabajo, diseñado con base en sus fortalezas y retos, desde un enfoque humanístico y basado en los derechos de las niñas y los niños.
Como parte de esta atención a grupos en situación de vulnerabilidad, también miles de mujeres en edad reproductiva han recibido multivitamínicos con ácido fólico, fumarato ferroso y sensibilización para su ingesta, ya que acuerdo con los especialistas médicos, el consumo de multivitamínicos con ácido fólico y fumarato ferroso sirven para disminuir el riesgo de malformaciones congénitas discapacitantes, contribuyendo así a la disminución en la incidencia de labio y paladar hendido, así como en los defectos del cierre del tubo neural en recién nacidos.
