Tubo de ensayo

20/marzo/2018

 

René Delios

 

No es la primera vez que éste bodrista manifiesta su simpatía porque cada día se dé la presencia de la mujer en los escenarios políticos no solo de Chiapas sino de México.

Pero no sucede.

La paridad política lamentablemente no es una realidad al cien ejecutada aún lo marque la ley, pues se insiste en que aun, se les dan candidaturas dónde van a perder o en la otra diputadas o senadoras en funciones son institucionales y no mantienen un compromiso social con –por decir- su género; la partidocracia asfixia esos compromisos de lógica y “la línea” impone y se cumple pues viene desde la dirigencia misma del partido de que se trate.

Por eso vemos que la lucha por los derechos de la mujer –ni entre las activistas mismas del país- no se da al unísono en las cámaras por parte de las legisladoras indistinto partido y menos tiene resonancia en los congresos locales; sucesos que ameritan pronunciamientos “masivos” de las legisladoras de la nación, no merecen tal atención y entre las activistas existe el ánimo de rechazarlas por ser parte de éste u otro partido y así, pulverizan los compromisos cuando hay un solo objetivo.

Por eso vemos que unas bancadas se oponen a las iniciativas de decreto de otras con todo, aun sean de verdadero interés nacional; las posturas de “izquierda, derecha o centro”, están primero; la “cosa” es que el planteamiento –aun sea muy bueno- del otro partido no destaque, menos que prospere.

Por eso el llamado Pacto por México en su momento fue un buen instrumento para superar a la partidocracia, haciendo participar de manera histórica a los dirigentes, sea cual sea su resultante o defectos ahora: es la primera vez que se hizo un ejercicio como ese –que se puede volver a repetir sea cual sea las siglas en el gobierno- y que permitió adecuar el marco jurídico a lo que hay allá afuera, para atraerlos hacia acá adentro.

Cosa muy diferente es lo que padecemos en el país –que quieren revolver a modo desde la oposición- que es parte del reclamo al gobierno de referencia, pues el plan no ha dado buenos resultados en lo práctico, esto es en la calidad de vida de las familias mexicanas, cosa que hoy se vuelve tema electorero y ese no es el punto, pues la apertura es un asunto de a fuerzas –ahora o después-, de lo contrario no llegan los inversionistas que ven en México un lugar “más cómodo” para invertir, pues la otra es que se vayan al mar del norte, Alaska o a sondear el mar Adriático con esas nuevas plataformas movibles, verdaderas ciudades flotantes ya no ancladas al fondo, especial para mares “inquietos”.

Quiero decir que México es una opción más para invertir, incluso en la América, pues también están Brasil y Venezuela, aunque ésta última es un tanto el ejemplo de lo que sucede cuando el Estado tranca la inversión exterior más por ideología interna que por vayan a saquearla, neta, y es claro que el modelo de gobierno de esa nación suramericana es un fracaso nada comparado a las reformas estructurales de México, que ya quieren copiar Perú, Argentina e incluso Francia, sede por cierto de la OCDE, la que recomienda que de una vez se envíe el segundo paquete de reformas que faltan, lo que fue una  sorpresa para todos pues no han cuadrado las primeras y ya piden las segundas, sin que nadie desde hacienda o comercio haya hablado de ello en el tránsito de las negociaciones del TLCAN, del que por cierto ya dijo Idelfonso Guajardo que bien puede quedar solo con Canadá.

Neta, bueno sería que los EU fuera solo un cliente más, y no el principal, al que le vendemos el 70 por ciento de lo que producimos; pero para eso requerimos tener calidad en la producción, tecnología para mayor rendimiento, y desde luego que vengan los inversionistas.

Pero dicen que nos van a saquear, eso es lo que le venden al mexicano promedio, ignorante incluso de su propia cultura, más de los alcances reales de la globalización, la cual es inevitable e irreversible.

(Ya sin camisetas ideológicas –que a veces tanto estropean el desarrollo integral de los pueblos-, no veo que los inversionistas en el rubro energético se hayan venido en bola a “saquear al país”, como dijeron los que se desgarraron las vestiduras; no es el golfo de México el único punto del mundo en dónde invertir en pozos profundos, y eso lo ignora nuestro pueblo y lo aprovechan los que siguen atrapados en el populismo obsoleto, modelo fracasado en el país que me nombre pues no ha sido –como el capitalismo- pleno, pero los segundos al menos se respeta y ejerce como en México, la libre manifestación de las ideas, lo que no sucede en China o Cuba, y esto dicho sin ninguna ideología atravesada en la esperanza).

Regresando éste bodrio al tema, ese manipuleo cameral parece –solo eso- hacer igual lo desigual, es decir, que existan más mujeres que hombres o viceversa en las cámaras es lo de menos: son diputados de partido, no de género. Las legisladoras no votarán una ley de género indistinto partido, sino es aprobada o apoyada desde sus propias dirigencias. Esa es la verdad; no es su determinación –tampoco de los varones- la que decide; es la mesa general del partido que instruye a la bancada y se acabó.

Quiero conocer alguna vez un legislativo conformado mayoritariamente de mujeres, y ver claro como aplican un criterio incluyente y no como ahora el misógino que se ve en ésta de Chiapas y otras cámaras del país, incluyendo las federales, neto.