Las crónicas de un continuo despertar

17/marzo/2018

 

Arít León Rodríguez

 

En nuestro país se calcula que más del 80 por ciento de la población se automedica, es decir, usa medicamentos por iniciativa propia sin indicación médica y sin receta.

La automedicación en un hábito común en nuestra sociedad y no está exento de riesgos: utilizamos medicamentos para el dolor de cabeza, para problemas gástricos, para relajarnos, para la tos, para la alergia, etc.

Una muerte reciente en Monterrey viene a retomar un tema bastante mencionado a lo largo del tiempo. Somos bien dados a auto recetarnos para todo, especialmente por medicamentos que nos recomiendan en la televisión o redes, con cero asesoría medica.

La mujer que falleció en Monterrey, falleció por consumir unas pastillas termogénicas de nominadas Avitia Cobrax.

Su caso fue dado a conocer a través de redes sociales mediante publicaciones que realizaron sus amigas que pedían una oración por la salud de la chica, de tan solo 24 años, la cual compró el producto para deshacerse de los kilos de más que le dejó su embarazo.

Este tipo de productos se venden sin licencia y de manera rápida, porque en efecto ofrecen resultados explosivos, – logró perder 7 kilos en una semana- sin embargo, comenzó a sufrir unos intensos dolores de cabeza, para culminar con un edema cerebral por el producto que adquirió en un costo de mil 200 pesos.

Dejo una niña de un año huérfana.

 

***

 

El tramo de Tuxtla a San Cristóbal ha sido ya catalogado como uno de alto peligro. Por la simple razón de que aun cuando fue creada con la idea de las distancias se acortaran y fuera menos el peligro al trasladarnos por ella, la población parece que entiende que es para volar, acelerar a mas no poder y creer que podemos vencer las leyes de la lógica, la gravedad y las de tránsito.

Sucede porque no existen sanciones elevadísimas a los grupos transportistas y conductores imprudentes, que en serio les hagan reconsiderar sus imprudencias.

Lo mencioné en un conversatorio hace unos días, respecto a otra temática ligada a nuestro comportamiento social. Lo que en otros países es prohibido, lo respetamos a sabiendas de que las sanciones son severas. Verbigracia, las sanciones se aplican sin miramientos ni contemplaciones, con dinero contante y sonante a diferencia de aquí a quienes tiran basura, hacen escándalos al aire libre y demás.

Es tan claro que las mismas personas que viven allá, vienen de vacaciones y tiran basura, se embriagan, conducen ebrias y agreden aquí. Porque saben, que pueden, y que la corrupción se los permite