Las crónicas de un continuo despertar

20/febrero/2018

 

Arít León Rodríguez

 

Este 15 de febrero en Tuxtla arranco el proyecto innovador en el estado llamado Star Point Coworking.

Coworking es la práctica por la cual profesionales que no comparten ni empresa ni sector de actividad, se unen para trabajar juntos en un mismo espacio.

Si buscamos un espacio de coworking, los objetivos principales son combatir la soledad laboral, y cómo no, rebajar nuestras facturas de gastos. Pero eso sólo es el principio.

Profesionales de diferentes sectores, autónomos, emprendedores y empresarios comparten el mismo espacio físico para trabajar en sus propios proyectos.

Pero el coworking no solo es compartir gastos y romper con el aislamiento, también se trata de pertenecer a una comunidad de individuos que están abiertos a intercambiar ideas, proyectos, conocimiento, y lo más importante, están dispuestos a colaborar.

Es una forma de trabajo que permite a profesionales independientes, emprendedores y pymes de diferentes sectores compartir un mismo espacio de trabajo, tanto físico como virtual, para desarrollar sus proyectos profesionales de manera independiente, a la vez que fomentan proyectos conjuntos. El neologismo cotrabajo es la traducción en español al termino coworking, pero el término coworking es más aceptado que el término cotrabajo.

El coworking permite compartir oficina y constituye una propuesta más elaborada que los de los denominados cibercafés, entornos en los que también se cuenta con conexión a Internet.

El coworking fomenta las relaciones estables entre profesionales de diferentes sectores que pueden desembocar en relaciones cliente-proveedor. En todo caso es frecuente que se genere un sentimiento de pertenencia a una comunidad, más allá de las vinculaciones efectivas, entre los trabajadores que frecuentan los espacios de coworking.

El coworking ofrece una solución para el problema de aislamiento que supone para muchos trabajadores independientes, o incluso microempresas, la experiencia del trabajo en casa.

La evolución del coworking durante los últimos años ha provocado que surjan muchos espacios que básicamente cubren las necesidades de tener una oficina a bajo coste, pero hay algunos espacios que destacan por su implicación a nivel social, generando impactos beneficiosos para su localidad y para los coworkers que aportan valor, por lo que dichos espacios se convierten en un foco de negocio, innovación y provocan movimiento social en sus áreas de influencia.

Por 70 pesos al día, una microempresa, un emprendedor puede tener acceso a internet, café y telefonía para uso laboral, con costo de membresía de básico, 300 pesos para hacerlo durante el mes completo de 9 a 9 y con acceso a sala de juntas con el nivel silver – con costo de 400 pesos- determinadas horas al mes, si se necesita una experiencia más completa, apoyo en redacción de documentos, casillero, más horas de la sala de juntas el ó la dueña de la membresía puede hacerlo con el costo de 500 pesos mensuales.

Menos que una cafetería y un ciber incómodo.

Opciones creadas por Enrique Alfaro y Luis Fernando Narváez, que pueden cambiar la visión y versión de las empresas de la ciudad y el estado.

Puede pedir informes al 961 660 9390.