Arít León Rodríguez
Mientras en CDMX mencionan preocupados que en la colonia Hipódromo Condesa, delegación Cuauhtémoc, se deben de tomar medidas urgentes para mitigar el riesgo que significan tres edificios ubicados en el polígono de la avenida México y la calle Chilpancingo, en Oaxaca siguen esperando que la ayuda llegue y sea efectiva, por segunda vez.
Hace 5 meses y 11 días, en Chiapas y Oaxaca se sintió el movimiento de tierra mas fuerte de mucho tiempo, y solo hemos visto como los engaños y abusos forman parte del trato que en México damos a nuestros connacionales en desgracia.
Dinero perdido, tarjetas clonadas y obviamente robadas por quienes debían hacer uso digno y urgente de ellas es lo que hallamos.
Ahora, Pinotepa Nacional esta en medio del caos gracias al sismo magnitud 7.2, registrado a las 17:39 horas de este viernes el que dejó un saldo preliminar de viviendas dañadas en esta localidad y en municipios aledaños, como Santiago Jamiltepec.
El movimiento telúrico ocurrió a 11 kilómetros al sur de aquella población de la costa, a una profundidad de 12 kilómetros.
Lo más triste es que en el nulo afán de ayudar –no entiendo porqué creen que la gente les va a creer que por llegar a inútilmente hacer nada- el gobernador de la devastada Oaxaca hizo mas daño que el temblor mismo.
Su helicóptero, al maniobrar en una zona difícil, con nula visión y mil detalles más, terminó desplomado sobre camionetas donde estaban las personas evacuadas de sus domicilios: El helicóptero en el que viajaban el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, y el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, sufrió un percance, del que los funcionarios salieron ilesos al aterrizar en Pinotepa Nacional y hasta la noche de este viernes las autoridades locales reportaron el fallecimiento de dos personas de inicio, pero la realidad es que son 13 personas las que fallecieron; se trata de cinco mujeres, cuatro hombres, dos niñas y un niño, una persona más murió cuando recibía atención médica en un hospital.
Digo, las decisiones se toman rápidamente de acuerdo a lo que se necesite. ¿Es necesario que un gobernador llegue a pararse frente a personas que poco le importan y por las que en realidad termina haciendo poco o nada?
Hoy existen familias que el viernes por la tarde tenían hogares damnificados y en la noche, familias destruidas.
Terribles desgracias por un populismo que nos está ahogando y que evidentemente nos ha roído y destruido completamente.
