Editorial

20/enero/2018

 

Como se dice: qué necesidad, pero se tuvieron que dar las presiones del gobernador Javier Corral, con todo y amenazas de marcha de la dignidad para que las autoridades le hicieran caso, luego de meses de denuncias.

El punto es que Alberto Elías Beltrán, encargado de la PGR, y quien fue el que persiguió a Javier Duarte hasta que lo encontró en Guatemala, anunció el jueves la petición de extradición del ex gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, que según versiones se encuentra en El Paso, Texas.

No hay quien dude que el expediente de marras estuvo congelado en la PGR y la pregunta es ¿Por qué?

Hay por otro lado los que aseguran que eso fue porque desde gobernación no daban la orden de referencia, pues en éste país se cae en desgracia no por ley, sino por traición al aparato o dejar de contar con un poderoso padrino.

El punto es que la orden de descongelar el expediente se da luego de un año, bajo el argumento de que se ampara en dos denuncias de la Fiscalía de Chihuahua y una de la Fepade, aparte de que hay otras 8 investigaciones que siguen siendo analizadas por la PGR.

Pues han de ser muy amplios o numerosos los expedientes porque para más de un año como que es mucha la dilación, lo que permite desde luego que, los desfalcadores del pueblo se oculten a piedra y lodo de la justicia cuando ésta, reacciona.

Una vez extraditado, Duarte Jáquez deberá permanecer en un penal federal para responder primero por el asunto de la Fepade, si es que no empiezan a aparecer otros puntos como esos 8 que menciona ahora la PGR, que pueden incluir lavado de dinero, tan recurrente ahora que está de moda relacionar a todos con el crimen organizado.