Todo se debe al cambio climático y al aumento de temperatura en los principales países productores de cacao.
Atención adictos al chocolate; al parecer un estudio realizado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, el cacao está en peligro de desaparecer gracias al aumento de las temperaturas globales.
Dicho estudio informó que los árboles de cacao solo pueden crecer en áreas muy específicas (es decir, 10 grados a cada lado del ecuador). Se encuentra en los bosques tropicales de tierras bajas y ofrece un suelo rico en nitrógeno, temperaturas estables, un alto nivel de humedad y mucha lluvia. Los árboles también requieren condiciones climáticas particulares que, gracias al calentamiento global, no pueden garantizarse por mucho más tiempo.
En el planeta, Indonesia, Costa de Marfil y Ghana, son los tres principales productores de chocolate; y si las temperaturas siguen aumentando a la velocidad actual, podemos esperar un aumento general de 2,1 ° C de aquí al 2050, lo que culminaría en la extinción total de este manjar.
Este aumento conducirá a un aumento de los niveles de evaporación del agua que no se verá contrarrestado por un aumento de las precipitaciones. Como el calor reduce el contenido de agua en el suelo, las plantas no podrán desarrollarse lo suficiente como para producir frijoles, mientras que las condiciones de sequía pueden ser suficientes para matar completamente a los árboles.
Frente a una reducción significativa en las áreas aptas para el cultivo de cacao, los agricultores se verán obligados a trasladar sus cultivos a tierras más altas. En Ghana, por ejemplo, sería posible continuar produciendo cacao mediante la reforestación de árboles en terrenos montañosos menos afectados por el cambio climático. Sin embargo, estas zonas suelen estar protegidas, lo que significa que el país debería elegir entre conservar su hábitat natural o producir chocolate.
No obstante, el informe original en realidad no menciona la palabra extinción y, en general, es bastante optimista en cuanto al tono. Incluso afirma que las próximas décadas deberían proporcionar el tiempo suficiente para adaptarse a los nuevos desafíos climáticos.
Sin embargo, vale la pena recordar que el cambio climático representará una amenaza real para muchos cultivos en los próximos años y nunca debemos ser complacientes de poner nuestro granito de arena para reducir nuestra propia huella de carbono.
Con información de Konbini
