¿Sufres de ansiedad? Ve causas y síntomas

13/diciembre/2017

Si sufres de ansiedad, revisa tus pensamientos, suelta el futuro y concéntrate en el aquí y ahora

Agencias

Trastornos de ansiedad: una patología muy común

 

El trastorno de ansiedad es una de las patologías más habituales. Ahora bien, con un tratamiento apropiado las personas que lo sufren pueden aprender a manejar sus síntomas y a mejorar su calidad de vida.

 

Puesto que entre los distintos tipos de trastornos de ansiedad existen diferencias notables, en el artículo de hoy te explicamos los distintos tipos de ansiedad:

 

  1. Trastorno de ansiedad generalizada

 

Muchos individuos sienten ansiedad o preocupación cada cierto tiempo, especialmente cuando tienen que hacerle frente a situaciones que pueden resultar estresantes: hablar en público, jugar un partido de fútbol que significa mucho o al ir a una entrevista de trabajo. Este tipo de ansiedad puede hacerte estar alerta, ayudándote a ser más productivo y a realizar el trabajo de manera más eficiente.

 

Las personas que sufren en trastorno de ansiedad generalizada (TAD), sin embargo, sienten ansiedad y preocupación la mayoría del tiempo, no solo en situaciones potencialmente estresantes. Estas preocupaciones son intensas, irracionales, persistentes (al menos la mitad de los días durante al menos 6 meses) e interfieren con el funcionamiento normal en su vida diaria (actividades tales como el trabajo, la escuela, los amigos y la familia), pues son difíciles de controlar.

 

 

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  1. Trastorno de pánico

 

El trastorno de pánico es un trastorno de ansiedad muy debilitante y diferente al TAD. Mientras el trastorno de ansiedad generalizado se conoce como ansiedad rasgo, pues es más duradero, el trastorno de pánico se conoce como ansiedad estado, pues su sintomatología es aguda.

 

Las personas con trastorno de pánico experimentan sensaciones de muerte o la posibilidad de quedarse sin aire, que puede causar tanto problemas psicológicos como físicos. De hecho, la sensación puede ser tan intensa que requiera hospitalización.

 

  1. Trastorno Obsesivo-Compulsivo

 

Los pensamientos ansiosos pueden influenciar nuestro comportamiento, lo que puede ser positivo algunas veces. Por ejemplo, pensar que te puedes haber dejado el horno encendido puede hacer que vayas a comprobarlo. Sin embargo, si este tipo de pensamientos son recurrentes puede llevar a un individuo a llevar a cabo comportamientos poco saludables.

 

El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) se caracteriza porque el individuo que lo sufre tiene pensamientos, ideas o imágenes intrusivas. Éstos causan ansiedad (obsesiones), y provocan que la persona realice ciertos rituales o acciones (compulsiones) para reducir el malestar.

  1. Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT)

 

Esta condición ocurre cuando la persona ha vivido una situación traumática que le ha provocado un gran estrés psicológico, lo que puede ser incapacitante. Cuando la persona revive el hecho que le ha causado el trauma puede experimentar los siguientes síntomas: pesadillas, sentimientos de ira, irritabilidad o fatiga emocional, desapego hacia los demás, etcétera.

 

Debido a la gran ansiedad que siente el individuo. Éste puede intentar evitar las situaciones o actividades que le recuerden al evento que provocó el trauma. Los eventos traumáticos pueden ser, por ejemplo. Un accidente serio de tráfico, abuso sexual, tortura durante la guerra..

 

  1. Fobia social

 

La fobia social se caracteriza por un miedo irracional hacia situaciones de interacción social. Por ejemplo, los individuos que sufren este tipo de trastorno de ansiedad sienten una ansiedad incapacitante cuando tienen que hablar en público, porque tienen miedo a ser juzgados, criticados, humillados y piensan que los demás se van a reír de ellos delante de los demás. La fobia social es un trastorno serio, y algunos individuos pueden incluso sufrirla al hablar por teléfono o comer frente a otras personas

 

A pesar de que estas personas saben que no debería sentirse tan mal ante las situaciones desencadenantes, no pueden controlar su miedo y su ansiedad, por lo que a menudo evitan este tipo de situaciones. Es frecuente confundir la fobia social con la timidez, pero no todas las personas tímidas sufren fobia social. Según un estudio publicado en el Journal Pediatrics en 2011, solo 12 por ciento de personas con timidez cumple los criterios de Fobia social.

 

Te explicamos más sobre este estudio y sobre la fobia social en este enlace.

 

  1. Agorafobia

 

La agorafobia suele asociarse al miedo irracional por estar en espacios abiertos como grandes calles o parques. En realidad, el agorafóbico siente una fuerte angustia producida por situaciones en las se siente desprotegido y vulnerable ante las crisis de ansiedad que escapan a su control. Por tanto, el miedo no es producido por estos espacios de por sí, sino por las consecuencias de encontrarse expuesto a ese lugar, en el que se sienta indefenso. Esto hace que en los casos más graves el paciente puede recluirse en su casa como forma de evitación.

 

Si te interesa saber más sobre la agorafobia, picha aquí.

 

  1. Fobia específica

 

Una fobia específica es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por un fuerte miedo irracional a un estímulo, por ejemplo, una situación, un objeto, un lugar o un insecto. La persona que sufre un trastorno fóbico hace todo lo posible por evitar ese estímulo que le provoca ansiedad, y esta conducta evitativa puede llegar a interferir en el funcionamiento normal de su vida diaria.