Editorial

13/diciembre/2017

 

El presidente Enrique Peña Nieto defendió el proceso de reformas estructurales concretado en México y advirtió que quien no esté dispuesto a asumir riesgos y enfrentar las consecuencias de un proceso de cambio, no debe emprender un programa de transformación.

Peña Nieto dictó la conferencia “Instrumentación de las Reformas Estructurales de México” en la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos en París, Francia; entre otras cosas señaló que la estabilidad macroeconómica en México ha facilitado la instrumentación de esos cambios trascendentales, agregando que el riesgo para el gobierno radica en no estancarse en los logros pasados.

O sea que existe la necesidad de evolucionar a partir éxito, como sucede en las empresas, pues siempre habrá nuevos retos y nuevas reformas que promover.

El Presidente mexicano expuso largamente las trece reformas estructurales concretadas por el Congreso de la Unión, derivadas del Pacto por México, ante embajadores, académicos y especialistas en políticas públicas, y aceptó que desde que se trazó la ruta para hacer estas reformas estructurales, se advirtió que su gobierno iría perdiendo en el camino a los aliados debido a la condición ideológica de cada una de las expresiones políticas, en éste caso el PRD y el PAN.

En ese escenario mundial el mandatario mexicano no puede llegar a mentir; son otras tribunas en dónde la veracidad es lo específico, con datos fidedignos y alcances de altas probabilidades.

Este tipo de reformas se ha intentado en varios países de América latina e incluso en Francia mismo, pero su oposición es mayoría en las cámaras respectivas, por lo que en esos gobiernos no ha sido posible modernizar el marco jurídico, como sí lo logró México a través del Pacto por México.

Han sido varios los efectos por el cual la Reforma Estructural no ha rendido en el corto plazo, como lo es la caída de los petroprecios, aunque se registró como nunca antes el incremento de exportaciones agrícolas, que incrementó la ocupación rural en no pocos estados del país.

Con todo y esto la oferta mexicana ahí está, como lo está la extracción de petróleo en aguas profundas, la modernización del campo mexicano, la diversificación de los bienes y servicios, el turismo y sus diversas modalidades, incluyendo los deportes extremos.