Tubo de ensayo

1/noviembre/2017

 

René Delios

 

Este dolor intenso que no me deja llegar/este caminar torcido que mata todo deseo/es porque si mal y doblado me veo/también es porque algo me tendrá que matar.

Pero no te apures por llegar mi estimada de negro/que la vida es plena y la luz aún me inunda/tengo por otro lado una deuda profunda/y en esas ando suelto mientras me integro.

Bórrame entonces de tu lista señora con guadaña/que la tierra todavía no me cubra/toda tu trampa de oscuridad no me daña.

Falta aún que en esta vida descubra/lo que ella me guarda celosamente en su entraña/para conocer todo lo que para mí lucubra.

 

(Noviembre de 2017)

 

Matraz

 

En una entidad en que la clase política ha estado muy disciplinada, el suceso del alcalde de Tuxtla Gutiérrez en torno al apoyo abierto de Antorcha Campesina, desde luego brincó y mostró –además de varo para ese tipo de eventos ya excesivos-, no solo una posible indisciplina partidista de parte de Fernando Castellanos, sino una aparente ruptura entre el alcalde y el diputado Eduardo Ramírez, considerado el delfín del sexenio, hasta este apretón que advierte que, en política, no se trata de asuntos de amigos sino alianzas, y que aun, con mucho, las influencias del centro se imponen con bastante peso a los intereses locales en los estados del país, y más si se trata de siglas partidistas en dónde los cálculos centralistas no siempre son precisos en provincia.

En el otro escenario, el del frente que forman o buscan formar  en los hechos –porque en la norma ya la cubrieron ante el INE- en el PAN, PRD y MC rebrincan más los nombres para la sucesión de la capital tuxtleca que en la estatal –que por el momento dejan en paz, y la única visible en mención y eventos es María Elena Orantes-, y para “Coyatocmó” vuelve a sonar por ejemplo Victoria Rincón Carrillo, y se dice que podría reaparecer Carlos Morales Vázquez, otra vez buscando si no la alcaldía, pues de nuevo una diputación federal.

Pero también –vuelan los asegunes-, se comenta que Enoch Araujo Sánchez por ahí se asoma, en trabajo político que apenas se empieza a notar, luego de que el problema o la diferencia en el verde o en el PRI –pues lo que sucede dentro de la rivalidad Roberto Albores Gleason y José Antonio Aguilar Bodegas es otra historieta-, se roba los escenarios mientras los minoritarios aprovechan eso de su bajo perfil o su mínima importancia según esto, para avanzar en acuerdos, que cuando ya es en serio se establecen más allá de los individualismos.

Y mientras las suposiciones crecen en torno a rupturas en las estructuras partidistas del PRI y PVEM, me queda claro que son solo jaloneos individuales, pues de crecer a punto de fragmentación en serio serían puestos en su sitio pues, se insiste, llega el momento en que el asunto es más de siglas y dominio que de nombres y prestigios, y es cuando vemos que esos individualismos renuncian a sus siglas de siempre, para irse en calidad de externos a partidos quizás de menor cobertura y estructura electoral –básica, imperante para ganar en México-, y declararse víctimas de fraude electoral, elección de estado y demás retórica usada en los casos de los derrotados, que impugnan en las dos instancias tratando de ganar en los tribunales lo que no logran realmente en las urnas.

Así, necesariamente tanto en el PRI como en el PVEM tendrán que estar los que pueden ganar con lo que hay o tengan, pues no solo se tiene que aparentar sino que debe ser una contienda de bajo presupuesto, pues se vería absurdo el derroche en una entidad afectada por un sismo aterrador e histórico, que como dijera un reportero japonés de paso por éstas tierras “les fue muy bien” aun las perdidas, porque en su país uno de esos –por su concentración poblacional- de 8.2 en la escala de Richter hubiera costado muchas, pero muchas vidas y no las lamentables 18 víctimas que perdimos en esa noche de susto que a muchos les impidió dormir hasta el amanecer del 8 de septiembre.

¿Imaginan unas campañas proselitistas de mucha lana ante el descobijo en que están miles de familias, no solo por lo raquítico de los apoyos, sino también por la lentitud de la asistencia?

Yo no, porque no creo que les beneficie sustancialmente ante una sociedad chiapaneca en verdad con muchas interrogantes sin respuestas, y menos resonancia en las instituciones partidistas que, se supone, recogen como se nutren, de la opinión y planteamientos de sus militantes, simpatizantes, la sociedad.