Editorial

21/noviembre/2017

 

A cómo se ven las cosas en el PRD, varias son las tribus que no ven con buenos ojos que Ricardo Anaya, se trate de imponer en la candidatura conjunta del Frente que pretenden conformar con el PAN y el MC.

Sin embargo, es claro que se tiene que acelerar el paso de las definiciones para estar óptimos y unidos para el registro de candidatos entre febrero y marzo de 2018 para iniciar campañas en abril y mayo.

Para esto el sábado pasado, los consejeros de PAN y MC no necesitaron mucho tiempo para decidir y para el medio día  ambos Consejos aprobaron la inscripción de sus respectivos partidos en el Frente Ciudadano, sin que se dieran fisuras, lo que supone la integración formal del Frente.

Solo que la posibilidad se atora un tanto en el Sol Azteca: durante el Consejo del PRD, Anaya fue abucheado, cuestionado, y esto no concluyó sino hasta un día después, para poder llegar a acuerdos internos con las tribus de Alternativa Democrática Nacional, ADN, del mexiquense Héctor Bautista y con Vanguardia Progresista, que lidera Héctor Serrano, representante de Miguel Ángel Mancera que se oponen a entregar esa candidatura presidencial al PAN y en especial a Anaya.

Y es aquí en dónde está el atorón y desde luego lo que está generando otra división, ahora en el PRD, luego de que se registrara en el PAN hasta provocar la salida de ese partido de Margarita Zavala.

De fracturarse el PRD por la presión de Mancera, éste no tiene que renunciar pues nunca se afilió al PRD, pero si provocaría rupturas importantes al menos en el DF, ante la mirada complacida de los estrategas de Morena, que aunque sienten que Mancera no es competencia para AMLO, ven en una posible división en el PRD, la oportunidad que buscan en su pretensión de ganar el gobierno de la Ciudad de México.

Así que tanto Alternativa Democrática como Vanguardia Progresista, tribus perredistas con presencia en el centro del país, no ven bien ese frente y menos, a quien pretenden imponer.