Tubo de ensayo

17/octubre/2017

 

René Delios

 

Es como por periodos eso de las denuncias por corrupción, y desde luego logran su objetivo al denostar a los funcionarios ante una clase política desprestigiada no solo por las denuncias, sino por sus magros resultados y desde luego los reportes internacionales sobre la corrupción en el país, que ponen en duda el que haya excepciones.

Sí, por todos pagan todos, en éste caso.

Del gobierno local no han sido pocos los señalados y alcanzan picos altos en las redes, en las que la opinión pública practica catarsis sobre “el mal gobierno”, y en vez de aportar las más de las veces caen en imprecisiones que van distorsionando el origen de la información, salvo los que sí dan seguimiento y “descubren” que se trató de un chantaje para lograr contratos, pagos, etcétera, por parte del denunciante, o en su defecto, aparece el patrocinio de otro funcionario para afectar la imagen no solo del que se cuestiona, sino también del grupo mismo que representa, y así la vemos con frecuencia en la aldea, como consecuencia de la guerra sucia o mala calidad de la política.

En torno a Chiapas, pues ya pasaron al escrutinio por corrupción el secretario de Salud, el de Educación, el del Campo, el de Icoso, el de Infraestructura, incluyéndoles claro está, el tráfico de influencias, lo que ha quedado en meras menciones.

Igual sucede en el congreso estatal o en los partidos políticos que no comprueban prerrogativas, el tribunal de justicia, y así, se insiste, meras menciones sin más pruebas que “el yo lo digo”.

Lo malo es que cuando las hay, se evidencia, tampoco pasa nada y se aplica la ley como corresponde, ni más ni menos: “a secas”, como dijera alguna vez Benito Juárez.

Es por eso que anuncios como el del Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO), brincan ante los que, cayendo en el que por uno pagan todos, no se la creen cuando se anuncia que por segundo año consecutivo, el estado de Chiapas avanzó en materia de transparencia en el manejo de los recursos públicos.

Ese prestigiado organismo que dirige Valentín Diez Morodo, quien de acuerdo a publicaciones, fue uno de los artífices de la mayor venta de una empresa mexicana a una extranjera: la de Grupo Modelo por 20 mil 100 millones de dólares, en el 2013 –y en esas cosas y a esos niveles de comercio internacional no hay torceduras-, consejero por excelencia de la clase empresarial del país en más de treinta empresas importantes, instituciones y hasta museos, además de que se le considera políticamente correcto –por lo que un prestigio así no se arriesga-, presentó en su más reciente informe “Índice de Información Presupuestal Estatal 2017 (IIPE)”, que Chiapas se ubica con el 98.3 por ciento del 100 por ciento de puntos evaluados.

Cuando la presente administración ingresó, en 2012, la entidad cumplía con tan sólo el 39 por ciento del índice de evaluación, por lo que de esa fecha ahora representa un avance de casi el 70 por ciento en solo cinco años, lo que lo hace uno de los estados de la República Mexicana que mayores acciones implementó para eliminar la opacidad en el manejo del presupuesto estatal.

Obvio es que ante tanta duda, el punto en mención se descalifica o no forma parte de los comentarios obligados de prensa, y menos con eso de que no son pocos los que han sido señalados por sus tranzas, y que no han sido sujetos de investigación alguna, según esto.

¿Pero si no hay partes ni siquiera de la Auditoria Superior de la Federación –tan aplaudida por su labor en el sexenio en que ha metido a seis exgobernadores, la mayoría priistas, al bote-, en contra de algo irregular en Chiapas, por qué no atender la referencia?

Pues no, e incluso nos la llevamos chueca con eso de los recursos del Fonden que, son de estricta fiscalización de Gobernación y la auditoría de referencia, que implica al gobierno estatal, sí, pero con sus restricciones de operación, y no han faltado más por desconocerlo que por justificarlo, los que ya vaticinan hechos de corrupción en la reconstrucción.

Esa vaina la van a fiscalizar la secretaría de hacienda –que ya también ha llevado lo suyo- estatal, junto con los mecanismos obligados que se tiene o están aplicando con la ayuda de la Auditoría Superior de la Federación y la Secretaría de la Función Pública  del Gobierno de la República.

Pero así nos las gastamos con eso de suponer, dar de hecho lo que nos “ofrecen” en las redes, y aun sea en verdad transparente ya tenemos acuñado que, en alguna parte se va a dar la tranza.