Tubo de ensayo

8/septiembre/2017

 

René Delios

 

Recuerdo que hace casi tres décadas el grupo de los Siete, padecía las envestidas de Absalón Castellanos en sus diferencias tremendas con Germán Jiménez Gómez.

A ese grupo de los llamados siete pertenecía Julián Názar quien, con viento y marea en contra se abrió camino a su modo poco ortodoxo y ha ido escalando posiciones y logrado presencia.

Por eso es conocido en el argot periodístico como “el talibán”.

Podríamos decir que si bien se le considera parte de la línea dura del PRI, no lo es para la hora de negociar, y contrariamente a lo que se le ve en la primera es bueno para conectar en la segunda, aun tenga que sortear con obstáculos tremendos como fue el caso de las “Juanitas” que generaron amplia crítica y prácticamente nulificaron esa estrategia de votar por mujeres para ya con licencia subiera su suplente.

Ya Názar había ocupado la dirigencia estatal de la CNC, y secretario general adjunto del CDE del PRI en Chiapas; ha sido parte de la dirigencia nacional en organización, o sea que sabe de cobertura y de trabajo político partidista, tan lo sabe que coordinó la campaña presidencial de Peña Nieto en la entidad.

Ayer tomó posesión como dirigente estatal del priismo, como cabeza de la voz militante que se queja en lo que va del siglo de que el priismo se fue para abajo por falta de trabajo político en la entidad dejando a sus líderes tradicionales en el limbo, y de eso ya casi han pasado dieciocho años, y suponen que el diputado Názar llega para reactivarlo, sino ¿para qué llega al CDE?

¿O es otro más que va a buscar la senaduría para seguir en sus vacaciones prolongadas en las cámaras federales, ahora por seis años como ha sido la tónica a seguir?

Veremos, y observaremos si aún se mantiene aquello de que cuando ya están definidos los cuadros, fincados los compromisos, el priismo es institucional a sus siglas y objetivos.

 

Matraz

 

Hoy se debe entregar el paquete económico 2018, el cual no planteará modificaciones en ningún impuesto y continuará con los ajustes al gasto público, pero por un monto menor a los años previos, señaló el secretario de hacienda José Antonio Meade, personaje que para éste escribidor de bodrios ojalá lo jale algún partido o se vaya de independiente para la grande, y le de otros tonos a ésta crónica de lo mismo que parece ser la contienda 2018.

Este funcionario federal tiene una clara visión que una de las características de la propuesta de paquete económico, es que dará certidumbre en las variables económicas como no ha pasado en lo que va del siglo.

Su labor en éste y el pasado sexenio ha sido destacada.

Si, también fue secretario con Calderón.

 

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Desde Cher a Kim Kardashian, numerosas estrellas de Estados Unidos se apresuraron a criticar la decisión del gobierno de Donald Trump de poner fin al DACA, un programa aprobado por Barack Obama que protegía de la deportación a jóvenes indocumentados a los que sus padres llevaron a Estados Unidos cuando eran niños.

El futuro de cerca de 800 mil “dreamers”, como se conoce a estos jóvenes, queda ahora en manos del Congreso, después de que el presidente estadunidense, Donald Trump, instara al Legislativo a aprobar una solución antes de seis meses.

Es ya muy clara la animadversión a México por parte de Trump: ha sido una constante, con el muro, migrantes, TLCAN y ahora los dreamers, 650 mil de ellos mexicanos.