Tubo de ensayo

5/septiembre/2017

 

René Delios

 

Una cosa es sentirse idóneo y otra serlo.

Lamentablemente eso no lo determina el voto, y la estadística lo avala en los ex gobernadores condenados, bajo proceso y buscados de éste México ya bastante saqueado por sus administradores.

La verdad los niveles de corrupción no son en los índices que se mencionan: no en miles de millones, aunque si pueden llegar a cientos que es ya es mucho decir, pero a la vez mucho que cuestionar no a las instancias reguladoras del gasto, sino a las que evalúan el impacto político de un aseguramiento en plenas funciones, que es lo que falta en México, para que deje de haber tanto gobernador transa.

Al mandatario mexicano le faltó hablar de transparencia.

Pero hacerlo era reconocer la corrupción que hay en su administración, y la deficiente evaluación del recurso federal que permite que, los gobiernos estatales lo manipulen a su arbitrio.

Porque eso de que vienen etiquetados ya lo vimos es mero bloff.

Y es que mientras se habla de fortalecer el régimen fiscal, se descuida en evaluatorio; la auditoría debe encontrar rutas más eficientes de rápida cobertura, porque los ladrones se les escapan en la cara.

Y aunque ésta no es de carácter judicial, si puede enviar recomendaciones que valore el ministerio público e integrar una averiguan previa sustentada, que permita al juez obsequiar una orden de aprehensión.

Pero así como se demoraron con Duarte de Ochoa, ni al caso.

Si bien los atrapan, por meses o años –como el caso Yarrinton- esos malandrines metidos a funcionarios públicos se burlan de la ley y de los mexicanos.

Molesta incluso que sigan en la misma: ostentosa demostración de bonanza en el informe presidencial, la verdad. No hay que reconocerle al presidente, que no sea el mantener estable la cuestión económica, que comprende mayores inversiones, más empleos, más turismo pero no, es eso lo que queremos los mexicanos, sino tranquilidad social.

Obvio observe a los defensores del mandatario: “sólido”, “contundente”, “el mejor informe que le he oído” y esas expresiones hechas y demagógicas. Se insiste: si las políticas de que se trate no se reflejan en el bien común de y en la nación, son fracasadas.

La calidad de vida no ha subido en México, aun el manipuleo de la CONEVAL y otras referencias de auxilio para decir que la pobreza ha descendido.

Así que hay tres pendientes aún en ésta nación: la tranquilidad social; meter a la cárcel a los tranzas aun en funciones, y hacer “clara” la transparencia, sobre todo en el informe presidencial que es el eje, la palabra, la directriz desde la que se debió impulsar, no solo referir.