Tubo de ensayo

22/agosto/2017

 

René Delios

 

En estos tiempos de adelantamientos, y ante el cambio de gobierno en nueve entidades del país, incluida la Ciudad de México, además de Morelos, Yucatán, Veracruz, Puebla, Guanajuato, Jalisco, Chiapas y Tabasco, generalmente se mencionan hombres y no mujeres con posibilidades de llegar a la candidatura, pues otra cosa es el triunfo.

Actualmente, de las 32 entidades federativas de México, solo una es gobernada por una mujer: Claudia Pavlochich, en Sonora, y se espera que con las leyes de paridad, la competencia esta vez se de desde el interior de los partidos y después en las mismas coaliciones –los que la establezcan-, puedan potencializar plataformas con mujeres encabezándolas.

Difícil, lamentablemente.

Tiene años que las leyes se han ido adecuando para proyectar los derechos políticos de las mujeres dentro de los partidos políticos, desde dónde siempre las han desplazado. Se ha tratado de equilibrar la balanza en el ámbito político, otorgando el mismo número de candidaturas al Congreso de la Unión, aunque no se refleja así a la hora de su conformación, pues todas pasan por el proceso electoral del voto, y casi siempre en los partidos grandes y pequeños, las colocan en zonas en dónde no van a ganar las siglas que las abanderan.

Pero esas dirigencias cumplen con la cuota, sacrificándolas, la verdad.

El 50 por ciento de unos y otras competirán en el proceso electoral del 2018, lo que no significa que la representación en el Senado de la República y en la Cámara de Diputados sea similar entre unos y otros, por ese detalle que incluye la falta de apoyo presupuestal, logístico, en fin, mucho desdén.

Ciertamente en los congresos locales y federales la presencia de la mujer es más pareja; Chiapas hoy tiene un congreso local con mucha presencia femenina, como nunca, aunque otra cosa es su desempeño.

Para gubernaturas de 2018, son pocas las mujeres con posibilidades de competir por la victoria.

Ya suenan varias, como en Chiapas la diputada María Elena Orantes, o en la Ciudad de México Claudia Sheinbaum –delegada en Tlalpan-, sí resulta postulada por Morena y Alejandra Barrales, por el PRD, de la que es dirigente nacional.

No se ve más de acuerdo a los reportes, salvo en Yucatán, en dónde si se ánima, está la priísta Angélica Araujo, senadora por ese partido y quien fuera alcaldesa de Mérida.

De ahí en fuera, no se manejan más nombres, con posibilidades de llegar a las candidaturas, pues otra cosa es el triunfo.

Para diputadas federales y locales, senadurías y alcaldías sí va a ver mucha participación del género femenino, y tiene que darse la paridad, sin candidaturas dúplex, esto es para evitar “Juanitas”, por lo que las plantillas estarán integradas por propietario y suplente del mismo sexo cuando encabece una mujer.

Pues faltará ver qué sucede en los partidos, misógenos con mucho, y postulan a mujeres para que su presencia tome la verdadera fuerza política que se merecen.