Las crónicas de un continuo despertar  

22/agosto/2017

Arít León Rodríguez

 

Pareciera que es ya en todos lados, por donde usted voltee están promoviéndose candidaturas ya ni tan disimuladamente en todos los espacios donde habrá elecciones.

Parece que es mejor pedir perdón que pedir permiso, y realmente es que las sanciones no son nada en comparación a los beneficios.

Tanto es que en CDMX el dirigente capitalino del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Raúl Flores, interpuso una queja ante el Instituto Nacional Electoral (INE) contra los aspirantes a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México de Morena, Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal, Martí Batres, y Mario Delgado por incurrir en actos anticipados de campaña. En entrevista, dijo que demandaría que estas acciones “ilegales” y fuera de los periodos establecidos, constituían una violación a la normatividad.

Pareciera que a todos les espanta, cuando no es agua de su molino, porque definitivamente, todos los colores lo hacen y arman sus precampañas sin ningún disimulo.

Pero dicen que hasta la mala publicidad es buena en tiempos tumultuosos. ¿Sera?

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Las razones son variables, pero las consecuencias de hacerlo a escondidas y bajo las situaciones más inseguras pensables, son reales.

El Tribunal Constitucional de Chile aprobó este lunes la ley del aborto terapéutico tras rechazar dos impugnaciones presentadas por partidos conservadores contra la norma, que ahora podrá ser promulgada por su impulsora, la presidenta Michelle Bachelet.
Este tribunal determinó rechazar “ambos requerimientos por seis votos contra cuatro respecto de las tres causales de la interrupción del embarazo”, en caso de riesgo de vida para la madre, inviabilidad fetal y violación, declaró tras el fallo su secretario general, Rodrigo Pica.

El aborto terapéutico es la interrupción del embarazo por razones médicas.

Se diferencia de la interrupción voluntaria del embarazo o aborto, legalizado en Francia después de las leyes de Weil en 1975 y Pelletier en 1979. Dentro del aborto terapéutico podemos distinguir: la interrupción médica del embarazo o IMG, en relación con trastornos identificados en el feto.

También se realiza este tipo de aborto terapéutico si existe un riesgo significativo para la salud de la madre. El aborto terapéutico se realiza por lo general en fases avanzadas del embarazo a través de una inyección letal para el feto, y después se produce el “parto”.

El aborto en México, referido al aborto inducido o interrupción voluntaria del embarazo, se considera legal en todos los códigos penales estatales en casos de violación, y todos salvo los códigos de Guanajuato, Guerrero y Querétaro lo permiten cuando hay riesgo para la vida de la mujer; catorce de los treinta y uno extienden estos casos para incluir deformidades fetales graves; y el estado de Yucatán desde 1922 incluye factores económicos cuando la mujer ya ha dado a luz a tres o más niños.

Sin embargo, según Jo Tuckman del periódico The Guardian, en la práctica hay pocos estados que faciliten el aborto inducido en estos casos, aunque tampoco procesan a los médicos que ofrecen abortos seguros ilegales ni a los médicos clandestinos más baratos.

Volvemos a lo mismo.

Las vidas poco valen, salvo por remaches moralinos que desaparecen cuando los peleados derechos del producto no nacido, redundantemente nace: Ahí es problema de la sociedad, del gobierno –sí, lo sabemos- de la falta de prevención, de la pobreza, de la ignorancia. Y los desenlaces, pues los conocemos, salen en los periódicos diariamente.